La mayoría de los melillenses encuestados no creen que Melilla sea una ciudad limpia. En general, destacan que todavía queda mucho trabajo por hacer para que se vea mejor cuidada. Según apuntan, las calles están llenas de chicles pegados en el suelo, excrementos de perros y basuras. Hay quien opina que las zonas como el centro sí que están bien atendidas, aunque no suceda lo mismo con otros puntos de la ciudad, como el polígono SEPES o el barrio de la Cañada. Asimismo, los encuestados coinciden al subrayar que la culpa de tanta suciedad “es de la gente”, por lo que inciden en que habría que reeducar para mantener las calles en buen estado. Hay quien, incluso, afirma que se tendría que amonestar a las personas que ensuciaran deliberadamente la ciudad. La mayoría de los melillenses encuestados no creen que Melilla sea una ciudad limpia. En general, destacan que todavía queda mucho trabajo por hacer para que se vea mejor cuidada. Según apuntan, las calles están llenas de chicles pegados en el suelo, excrementos de perros y basuras. Hay quien opina que las zonas como el centro sí que están bien atendidas, aunque no suceda lo mismo con otros puntos de la ciudad, como el polígono SEPES o el barrio de la Cañada. Asimismo, los encuestados coinciden al subrayar que la culpa de tanta suciedad “es de la gente”, por lo que inciden en que habría que reeducar para mantener las calles en buen estado. Hay quien, incluso, afirma que se tendría que amonestar a las personas que ensuciaran deliberadamente la ciudad.
