Pocos días nos separan de la celebración de las fiestas patronales de Melilla en honor a Nuestra Señora de la Victoria, Patrona Coronada y Alcaldesa Perpetua. Desde su Congregación hemos querido, a través de las páginas de Melilla Hoy, diario siempre presto a colaborar en la difusión de la historia y cultura melillenses, traer desde el pasado a todos sus lectores cómo fueron algunas de aquellas funciones o actos religiosos desde os comienzos del siglo XX así como los testimonios de personas de renombre en el ámbito religioso cultural de Melilla que escribieron para tal ocasión. Estos "Recuerdos Patronales" sólo buscan ensalzar la figura de Nuestra Señora, Madre y Protectora de todos los melillenses a la vez que bucear en el pasado a través de las páginas del antiguo Telegrama del Rif, posteriormente Telegrama de Melilla, hoy tristemente desaparecido. Sirvan también estas letras de sencillo homenaje a quienes escribieron los textos ayer y hoy nosotros tenemos la oportunidad de poder leer de nuevo.
Situaciones que nos resultarán muy familiares, a pesar del tiempo transcurrido porque se repiten cíclicamente a lo largo de los años. Saldrán a la luz nombres que tal vez conozcamos, otros que nos resulten desconocidos, pero todos con un nexo común: el amor y la devoción por la Patrona de Melilla, Nuestra Señora de la Victoria.
LAS FIESTAS
10 de septiembre de 1905
El Poniente que desluce cuantas fiestas se organizan en Melilla, se presentó amenazador la mañana del domingo.
Ráfagas de viento huracanado harán intransitable las calles y caminos que desde la plaza conducen a los barrios exteriores.
La función religiosa
Resultó muy solemne.
El templo, exornado con severo gusto y millares de luces, estuvo muy concurrido, más de lo que era de esperar dado lo desapacible de la mañana.
El Vicario Sr. Acosta, con su proverbial elocuencia, pronunció una excelente y sentida oración sagrada que con religiosa atención, escucharon los fieles.
Al acto, asistieron comisiones de todos los cuerpos y unidades de la guarnición en traje de gala.
¿FESTEJOS O QUÉ?
Las fiestas de estos días
En la Parroquia
Función religiosa
8 de septiembre de 1917
Como oportunamente anunciamos, a las diez de la mañana celebróse en la Iglesia Parroquial solemne fiesta religiosa en honor de la Patrona de Melilla Nuestra Señora de las Victorias.
El templo aparecía profusamente adornado con flores y guirnaldas. Lucían también gran cantidad de cirios y bombillas eléctricas.
Ofició de preste, el coadjutor don Francisco Belmonte y de diácono y subdiácono, respectivamente, los coadjutores don Manuel Martín Pinazo y don Francisco Gutiérrez Jaraba.
En sitiales dispuestos al efecto tomaron asiento el general Monteverde, en representación de S.E. el Comandante General; coronel de Ingenieros, teniente coronel segundo jefe de Estado Mayor, coronel del regimiento de África, Comandante de Marina, vocal secretario de la Junta de Arbitrios, coronel de San Fernando, coronel de Artillería y vicario eclesiástico.
Asistieron también comisiones de todos los cuerpos. Las naves laterales hallábanse completamente ocupadas, figurando entre los fieles gran número de señoras.
Terminado el Evangelio ocupó la cátedra del Espíritu Santo el Doctor don Lorenzo de San Juan, párroco de Pedralva (Valencia), llegado recientemente para predicar en esta fiesta.
El notable orador sagrado, habló de la Virgen María, diciendo que es, a no dudar, una creación especial, la obra privilegiada de Dios, la cifra y compendio de toda la creación porque si el Verbo de Dios había de elevar la naturaleza humana al inefable consorcio de la naturaleza divina, y antes que la elevación debe brilla la perfección, porque antes es perfeccionar que elevar, era preciso purificar, ennoblecer, perfeccionar la naturaleza humana, antes que hacerla divina. Divinizarlo imperfecto, no era digno de Dios. ¿Cómo había de unirse hipostáticamente una naturaleza imperfecta, manchada a una naturaleza, más que perfecta, divina? Y si la criatura que debe ofrecer a Dios la naturaleza humana no es más que hija de Adán, heredera de sus imperfecciones, de sus manchas, ¿cómo ha de engendrar una naturaleza perfecta, inmaculada?
Su oración sagrada, de elevados y elocuentes tonos, cautivó el auditorio, que seguía atento su palabra fluida y elegante.
La capilla interpretó con el acierto siempre, la misa de Calahozra y motetes de Cabas Galbán.
La brillante función religiosa terminó poco antes de las doce.
FASTOS DE LA VIDA MELILLENSE. NTRA. SRA. DE LA VICTORIA
ENRIQUE MOYA CASALS
9 de septiembre de 1934
"Al tañido de la campaña del Gobierno de la Vela fue congregado el pueblo en la plaza de Armas."
(De las crónicas memorables de Melilla)
Ningún pueblo por insignificante que sea, se halla exento de tradición y esta ciudad que en remotos tiempos vio el paso de las primitivas civilizaciones que bordeando el Mediterráneo iban instalando factorías y luego colonias; ya con las aventuras de aquellos intrépidos navegantes que desde Sidón se lanzaron a la conquista del mundo entonces conocido; bien con la inquietante efervescencia de los cartagineses, como en los esplendores luchas y furores de las águilas de Roma.
Huellas venerables de aquellas épocas iban llegando hasta nuestros días, y más tarde, España invicta y perdurable, grande en sus glorias como en las desventuras, escala el tosco Peñón, donde desde siglos ondea majestuosa su bandera inaccesible.
Con los triunfos de guerra y las calmas de los años de paz, aquellos beneméritos españoles sienten la nostalgia espiritual de sus almas cristianas y ponen la plaza de Melilla bajo el patronato de Nuestra Señora de la Victoria.
Interesante fue por cierto el acto de la proclamación que el coronel Morales, en su documentada obra: "Datos para la Historia de Melilla 1909", relata con el mayor detalle y que pasamos a transcribir:
" A fines de Enero de 1756 la oficialidad presentó instancia a Villalba, pidiendo convocase al Estado Mayor de la plaza, naturales como naturalizados, residentes y habitantes al toque de la campaña del Gobierno o de la Vela para que acudiesen a la plaza bajo su presidencia, convidando con oficio político al Veedor don José Osorno y tratar del particular; pasó Villalba la instancia al Fiscal, quien opinó se citase al Veedor para que dijera si había lago que se opusiera a la ratificación de patrona a la Virgen de la Victoria y "que no se citara a los curas, ni tuvieran voto, para obviar disputas" y que se tomasen precauciones para conservar la orden durante la Junta: Villalba decretó de conformidad, citando para el 3 de Febrero con las coartaciones que se expresan, para obviar artículos de jurisdicción, mediante no tener roce con la eclesiástica y ser asunto puramente de la que S.S. ejerce privativa y militar de su Gobierno, se dispuso que estuviese toda la guarnición sobre las armas, cerradas las puertas y rastrillos, levantados los puentes y con patrullas por las calles. A las dos de la tarde se batió generala y al toque de asamblea formaron en la plaza donde había un tablado a la derecha la compañía de granaderos de Toledo, luego dos piquetes de la misma tropa, las dos Compañías Fijas y un destacamento de Artillería, preparado todo bajo Villalba, se unió a Osorno, Alba, Toso y Obal: que eran el Veedor, Sargento Mayor y capitanes de las Compañías Fijas respectivamente, todos juntos en forma de Ciudad y subieron al tablado y leídos los antecedentes del asunto y un largo alegato del Veedor en favor de la ratificación dijo Villalba ¿Promete y jura esta plaza, sus naturales, moradores y vecinos, por si y en nombre de sus familias la perpetua firmeza del voto de patrona a María Santísima Nuestra Madre y Señora de las Victorias, ratificando el antiguo nombramiento y legítima posesión en que está de este título según en el modo que queda expresado?-Si juramos-; Están todos conformes en la ratificación de este acto, aprobando el pedimento dado a este fin por el E.M. de la plaza y demás dispuesto a su continuación sin tener reparo alguno?-Si aproamos- ¿Están prontos a firmar el instrumento de ratificación impetrando al piedad de Nuestro Rey y Señor (q.D.g.) para su aprobación y de la instancia a fin de que perpetuamente quede establecido el voto a Nuestra amantísima patrona y Señora?- Si estamos- Extendido y firmado el documento pronunció Villalba algunas frases en honor de la Virgen terminando el acto con un ¡viva! A ésta entusiásticamente contestado por los concurrentes. Hubo después repique de campanas y recepción en casa del Gobernador, en el que esperaban los curas que le felicitaron e invitaron a la misa y Tedeum al día siguiente."
Y después de los años, ya muy cerca de dos siglos, la fe de nuestros mayores perdura, y en el devoto santuario de la antigua plaza de guerra, una hermosísima imagen preside desde su Camarín el sueño de la ciudad. Los hijos de Melilla y los verdaderos amantes de sus tradiciones, suben cual peregrinación anual en numeroso concurso el día 8 de Septiembre, fiesta de su Patrona y no hay familia donde el nombre de Victoria deja de perpetuarse en alguna de sus hijas: mientras tanto, el tiempo inmutable sigue su curso, las generaciones se suceden y la campana del reloj viejo de la plaza, que es quizá aquella llamada del Gobierno, o de la Vela, nos evoca con su sonido quejumbroso, toda la historia de Melilla.
