La movida madrileña resucita esta noche (22.00 horas) en la plaza de Armas de la mano de Alejo Stivel, el vocalista de la mítica banda ‘Tequila’, que aterriza en Melilla para participar en el ciclo ‘Música a la Luna’. El productor desempolvó los micrófonos en 2011, cuando regresó al primer plano de la música con ‘Decíamos Ayer’, un trabajo en el que versiona canciones de artistas como Silvio Rodríguez, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina. Stivel asegura que ha “cumplimentado todos los tópicos del rock and roll” y que, aunque ahora procura acostarse temprano, su vida no ha perdido un ápice de la intensidad que le caracteriza. -Hace unos años regresó al primer plano de la música con ‘Decíamos ayer’, un disco hecho a base de versiones. ¿Por qué vuelve a los micrófonos con esa selección de temas?
-Son canciones que me gustan mucho, que me han acompañado durante mucho tiempo de mi vida. Y a muchísima gente también. Estas canciones son la banda sonora de varias generaciones. Y la mía, por supuesto. Todos los que vayan al ‘show’ de este sábado las van a conocer.
-Hablaba de su propia banda sonora, aunque lo cierto es que su vida cuenta con capítulos muy intensos: la dictadura militar argentina, el exilio… ¿Repercutieron estos episodios en su forma de hacer música?
-No sé si repercutieron directamente. La música que siempre he hecho es bastante “entusiasmante”, por llamarla de alguna manera. Lo cierto es que la historia de uno siempre está ahí y, aunque sea de un modo profundo, repercute; aunque luego no se note en las canciones por el estilo de música que suelo hacer.
-¿Puede ser que hiciera de su música su refugio?
-Puede ser. Nunca lo había pensado así. Es un análisis casi psicológico… muy agudo (ríe). Puede ser que tengas razón y que con la música quisiera compensar los malos rollos. Tiene sentido.
-También hubo cosas buenas. Cuando era pequeño solían visitar su casa personalidades como Julio Cortázar o Juan Gelma. ¿Cómo recuerda estas visitas?
-Me da hasta un poco de rubor. Han aportado tanto a la vida de tanta gente… Los recuerdo con mucha familiaridad. Eran amigos de mis padres y personas muy cercanas. No me quiero vanagloriar porque no tuve ningún mérito. No es que fueran amigos míos porque yo fuese una persona brillante. Pero, claro, me siento súper privilegiado. Sin duda me aportaron muchísimas cosas. Yo era pequeño y no sabía realmente quiénes eran. Para mí se trataba de Juan y de Julio. Fue cuando crecí cuando aprecié el valor de su legado.
-Creció y a los 17 se convirtió en una estrella del rock and roll, después de un exilio. ¿Cómo fue esta etapa?
-Antes dijiste que he tenido una vida intensa, y es verdad. Entiendo que visto desde fuera mi vida puede parecer casi de novela. Yo recuerdo los años de ‘Tequila’ como una etapa muy divertida. Viví el sueño de cualquier adolescente al que le gusta la música y sueña con dedicarse a ella. He sido muy afortunado porque desde chico pude llevar a cabo ese sueño. No tuve formación académica, todo lo que sé me lo enseñó la universidad del rock and roll. Así aprendí las leyes de la vida.
-Y cumplió todos los tópicos. Ya sabe: drogas, sexo, alcohol y rock and roll…
-Pues sí. Son tópicos, pero también son una realidad. Puedo decir que cumplimenté todos los tópicos del rock and roll.
-Hasta que decidió cuidar su salud a rajatabla. ¿Qué le llevó a adoptar esta decisión?
-En la vida hay ciclos. Hacer todo el tiempo lo mismo puede llegar a ser aburrido. Cambiar de estilo de vida también tiene su atractivo. Me parecía muy exótico acostarme a las doce de la noche. Era algo como muy original, dado que la mayoría de los días me acostaba a las siete de la mañana. De todos modos, mi vida sigue siendo muy intensa, a pesar de que no esté ahora cumplimentando con los tópicos del rock and roll. Sigo haciendo lo que me gusta con mucha pasión.
-¿Y cuál es el mayor exceso que se permite hoy en día?
-Ser feliz. Al menos lo intento. Lucho por ello. A veces da resultado, otras veces no. Me lo pongo como una meta. Como dicen los ‘Rolling Stones’, no puedes conseguir siempre lo que quieres, pero si lo intentas puedes conseguir lo que necesitas. “You can’t always get what you want, but if you try sometime you find, you get what you need”.
-En este su disco versiona la canción ‘Ojalá’, de Silvio Rodríguez. Para el videoclip, la interpretó frente al póster de Ángela Merkel. Llegó incluso a desplazarse a Berlín para entregársela en mano a la mismísima canciller. ¿Cómo nació esta idea y con qué propósito?
-Fue como un mensaje en una botella. Yo fui hasta Berlín y le llevé a Angela Merkel un video en el que salían los afectados por la crisis, por aquellos recortes que en parte ella impuso, y que están provocando tanto daño. Era una especie de alegoría, más poética que política. Me fui hasta Berlín para entregárselo a la canciller pero, aunque un secretario me dio un recibo, no tengo mucha esperanza de que ella lo haya oído. Fue como un tiro al aire.
-¿Nos iría mejor si los políticos leyeran más poesía?
-Supongo que sí, sobre todo en determinados sectores. Poca poesía veo yo en nuestros gobernantes. Ahí tienes un titular.
-En su día fue a usted a quien le tocó irse de Argentina. ¿Qué piensa de la política internacional que se está aplicando con los refugiados?
-Bueno, creo que al margen de la experiencia en la vida, si eres una persona sensible te tiene que afectar. No hace falta sufrirlo en carne propia para estar concienciado con esto. Lamentablemente, estas cosas siguen ocurriendo y ojalá se puedan solventar.
-¿No hemos aprendido nada de la historia?
-Desgraciadamente, seguimos repitiendo muchos errores que ya cometimos. No sé cómo se puede hacer para que cambien las cosas radicalmente. Lamentablemente, la historia es como circular, parece.
