Como pueden ver las posturas están definidas y totalmente encontradas entre el Gobierno y la oposición pero lo que también está claro es que la ley es la ley y ahí no cabe otra cosa que cumplirla escrupulosamente La polémica por la prohibición de la entrada de animales vivos por la frontera entre Melilla y Marruecos debido a la fiebre aftosa, lejos de aminorarse, sigue in crescendo. Algo que parece lógico debido la proximidad de la manifestación convocada para la próxima semana por la organización no gubernamental Voluntariado Islámica de Acción Social (VIAS), secundada por Coalición por Melilla, prevista para el sábado 20 de agosto, y sobre todo porque se va acercando la fecha de la celebración de la Pascua Grande Musulmana, prevista para el 12 de septiembre.
Esta cuestión escribía ayer un nuevo capítulo en la disputa que mantienen especialmente el Gobierno de la Ciudad Autónoma y el principal partido de la oposición, CPM, aunque también el PSOE ha mostrado públicamente ser partidario de buscar una solución para que finamente se permita el paso de los borregos. Así las cosas, el Gobierno del Partido Popular se ha visto obligado a emitir un comunicado para expresar públicamente que la prohibición de acceso de dichos animales no es ningún conflicto social y religioso sino de carácter sanitario como consecuencia de una norma de obligada cumplimiento en todo el territorio nacional.
El Ejecutivo que preside Juan José Imbroda, además, advierte que considera "muy arriesgado que, por parte de algunos, se intente manipular a una parte importante de la ciudadanía melillense con supuestos agravios de carácter religioso o cultural, con los peligros, sobre todo en los momentos que estamos viviendo".
El Gabinete del Partido Popular ha hecho igualmente "una llamamiento a la sensatez" para no secundar la manifestación convocada por VIAS ni a ninguna otra porque estima que "en nada van a contribuir al sosiego y tranquila convivencia de los melillenses".
CPM, por su parte, tampoco se ha quedado con los brazos cruzados en esta cuestión y ayer daba a conocer el folleto preparado para animar a los musulmanes melillenses a que no compren los borregos de la Península que se traerán para suplir la carencia que provocará la prohibición de entrada de animales marroquíes y pedir que ese dinero se envíe mejor a países necesitados, como Mali, Níger, Chad, Kenia, Somalia, Etiopía, Gaza (Palestina) o Campo de Refugiados Sirios en El Líbano. Su presidente, Mustafa Aberchán, insistía además en acusar al Gobierno de la Ciudad de "no respetar las costumbres de los musulmanes" e incluso le acusaba de "amenazarles" si van a la manifestación, al advertir el Ejecutivo autonómico que "en caso de ocurrir cualquier tipo de incidente no deseado (en la protesta del 20 de agosto), será responsabilidad exclusiva de aquellos que convoquen dichos actos y de las organizaciones que los secunden".
Como pueden ver las posturas están definidas y totalmente encontradas entre el Gobierno y la oposición pero lo que también está claro es que la ley es la ley y ahí no cabe otra cosa que cumplirla escrupulosamente.
