Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La Columna de Salido

Vacaciones. Ir al pueblo lo mejor

melillahoy.cibeles.net fotos 1668 Antonio Salido

Aunque, para gustos “la tira” y todo depende de muchas circunstancias: días de vacaciones, asunto económico, familiares y amigos en el pueblo, ganas de tranquilidad o de todo lo contrario, edades de los viajantes, coger el coche si se tienen ganas de conducir, autobús, tren, barco u avión adaptándonos a sus horarios.
Seré una especie rara, pero con 65 años que Dios me ha concedido vivir “de momento” y con buena salud, eso si “teniente o sordo como una tapia” especialmente del oído derecho, no se lo que es pasar unas vacaciones en hotel fuera de nuestro entorno habitual y familiar, salvo el viaje de novios, desde nuestra boda en melilla, noche de ídem en el barco a Málaga, mala mar, mucho movimiento y no precisamente el habitual en esos casos, por la mañana a Nerja y allí creo que una semana solo, de triste recuerdo porque el primer día tomando el baño en la piscina me entró agua en el oído derecho (tengo los dos tímpanos perforados desde muy pequeño), infección en oído interno, hospital, penicilina, gotas y algodón taponando en el oído hinchado. Todo un lujo, “un viaje o estancia de novios/casados para no recordar”.

Cuando soltero y cartero en Manresa, ahorrar un poco era dificultoso (mucho no se podía), viajar a Melilla cuando vivían mis padres y con mi novia allí era lo preferido, unos pocos viajes en 3 o 4 años y unos dos o tres más en unos 4 años siguientes. El último, con ocasión del bautizo de mi sobrino Juan Antonio, unos 26, 27 o 28 años más o menos.

En general, de vuelta a la realidad, nos damos cuenta de las pequeñas cosas que hemos ido dejando atrás en las vacaciones. Se echa de menos las noches en el pueblo, en un humilde bar, pero seguramente muy agradable y entrañable en esa plaza central donde seguramente se encuentra el ayuntamiento y antiguamente una estafeta postal, cuando cada pueblo tenía su cartero familiar y poseíamos una cartilla de la Caja Postal de Ahorros, no necesitábamos cajeros, ni dinero de plástico, con esa cartilla, nuestro cartero, mi compañero, nos daba el reintegro que le pedíamos, “si había saldo, claro”.

En ese bar los parroquianos se sienten a gusto, y tomar algo con los amigos, es lo que prefieren miles de españoles cuando pasan esas vacaciones en el pueblo, su pueblo o el de su señora.

En Melilla y Ceuta (no hay pueblos) son casos atípicos lo del visitar el pueblo que nos vio nacer y de nuestros padres, salvo los musulmanes que aun tengan familiares en Marruecos, sobre todo en las cercanías de Melilla. Muchos melillenses residen especialmente por Málaga, Almería y Granada y supongo que aprovecharán estas fechas veraniegas y vacacionales para visitar a familiares en Melilla y al revés también.

Cada cuál con nuestras posibilidades y gustos tenemos que conformarnos con lo que “nos toca”, así de simple y sencillo. Yo sigo recordando aquellas vacaciones en Melilla en los años 70 y también en Cómpeta (Málaga) en casa de mis primos por parte de mi padre, en Viladecans (Barcelona) otra parte de la familia competeña viviendo allí. En los dos sitios siempre nos han recibido con los brazos abiertos, gente buena, sencilla, gente trabajadora, lo mucho o poco que tenían era compartido siempre. Aún les seguimos visitando, antes con nuestros hijos (ahora ya mayores) y ahora casi siempre solos. Café con leche calentito para desayunar, pan sobrante del día anterior tostado o no y “mojeteo” en un pequeño cuenco con buen aceite de oliva de sus cortijos, alguna uva moscatel superior y también caen dos o tres chumbos cogidos el día anterior de las muchas pencas del lugar, mi primo Pepe es muy madrugador para ese menester, en ocasiones le acompaño. Mis hijos cuando pequeños, o mi nieto de Dos Hermanas siempre han disfrutado mucho con los caños y aljibe de la fuente del Pilar (agua que baja de la Sierra Almijara) junto a las casas de mis primos, primas mayormente. Siempre en verano, chorreando se ponían jugando con los hijos y nieto de los buenos de Emilio y Angelita del Bar Marcos, amigo de Guillermo Benet, por desgracia ya fallecido, q.e.p.d. del Restaurante La Muralla en Melilla. Este tabernero de Cómpeta se enteró del triste fallecimiento de Guillermo porque yo se lo comenté durante mi vista en agosto pasado. Según me contó, se conocieron ambos en un hospital de Málaga. Incluso, hace dos veranos, estando ambos hablando con el móvil, me lo pasó y tuve la satisfacción de hablar algo con Guillermo, al cuál no conocía, nos saludamos y comentamos algo de Melilla. Algo más adelante, como sabemos, tristemente falleció. En ese mismo bar se encontraba otro lugareño que hacía mucho tiempo había trabajado en una joyería en Melilla, si no recuerdo mal creo que París me dijo, y a mi que me suena.
¿Que es mejor tener mucha pasta en el bolsillo y en la cuenta corriente para disfrutarla? No lo pongo en duda, elimina muchos agobios, también los da. Sin criticar ni discutir otros gustos, me sigo quedando con esas entrañables vacaciones en esos pueblecitos pequeños o más grandes y ojalá pudiéramos seguir disfrutando de los muchos familiares, vecinos y amigos que se fueron, que nos dejaron, y no por voluntad propia. Valga este pequeño homenaje cariñoso para todos ellos y mi recuerdo también para los que aun lo podemos contar.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€