El 13.06.1995, en el XLVII Aniversario de la Coronación de Santa María de la Victoria, José Luís Blasco López, escribía: “Tres Himnos para la Coronación de una Imagen”. Y lo volvía a reeditar el 13.06.2008, en el LX Aniversario de dicha efemérides, dedicado al Muy Ilustre Sr. D. Manuel Jiménez Bárcenas, Vicario Episcopal Territorial de Melilla, Islas y Peñones. Decía José Luís que el 13.06.1948, se celebró, en la Plaza de España de Melilla, el acto de coronación canónica de dicha imagen, y que la celebración de ese sesenta aniversario de la coronación c Anónica de Ntra. Sra. de la Victoria, Patrona de Melilla, motivaba la nueva divulgación del presente trabajo de investigación sobre los himnos a Nuestra Señora de la Victoria.
HIMNO FASCISTA. Recibe este apelativo el himno compuesto por D. José Beltrán Cervera, Músico Mayor del Ejército, Director de la Música Militar de Melilla, perteneciente al Xº Cuerpo de Ejército del entonces llamado, “Ejército de Marruecos” y que está fechado en Melilla el 2.09.1945. A este militar le pertenece tanto la letra como la música.
En la partitura que referenciamos aparecen escritas tan sólo seis de las estrofas del mencionado himno; no está sin embargo, en esta partitura, la penúltima de ella; que es la que de por sí le da el anteriormente citado apelativo de “fascista”. No sabemos si es porque fue censurado en los años posteriores a la Guerra Civil, o simplemente porque la estrofa citada fue añadida por algún nostálgico franquista. Lo más acertado a nuestro entender es que se escribió tal y como lo concibió el autor y que en 1948 o posiblemente años después se dejó de cantar la estrofa que hace mención a la “petición de otorgamiento de la victoria en noble y fiel cruzada” (sic). Himno que se canta en todos los actos que se celebra en honor de la Patrona de la Ciudad, pero sin hacer mención de la estrofa proscrita, y censurada: “Virgen Santa Victoriosa/ que tan pura como hermosa/ que en Melilla veneramos/ y venimos a tus pies/ a pedirte Madre amada/ que en tan noble y fiel Cruzada/ nos otorgues la Victoria/ y a ofrecértela después”. La última vez que se cantó el himno al completo fue al final de la Eucaristía de su festividad, el 8.09.1989. Para el evento se repartieron en el interior de su templo modelos fotocopiados del original para que los asistentes pudieran acompañar al Orfeón Padre Victoria en la interpretación del mismo. ¡Toda una joya literaria!.
HIMNO DE FRAY AGUSTÍN DE ANTEQUERA. Lleva por título: “Salve Señora Reina del Cielo”. Se trata de un auténtico “Himno a la Santísima Virgen de la Victoria, Patrona de Melilla, con motivo de la Solemne Coronación Canónica. Mayo de 1948”.
Fue escrito y compuesto por el Capuchino Fray Agustín de Antequera, expresamente para el concurso convocado con motivo de la elección de un himno para el día de la coronación de la imagen de la Patrona de Melilla. Se imprimió en los Talleres de Grabado y Estampación de Música de A. Boileau y Bernasconi, en Barcelona. En su interior aparece la dedicatoria del autor: “Al Ilustrísimo Sr. D. Rafael Álvarez Claro, Procurador en Cortes, Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Melilla, con toda simpatía”. Este himno fue presentado a concurso y no recibió galardón alguno.
Decir que Fray Agustín de Antequera fue un compositor excepcional que cosechó a lo largo de su vida religiosa y musical importantes premios y menciones honoríficas. La letra de este himno difiere totalmente de la anterior. Se trata de una letra más acorde con la religión aún cuando también hace referencia a: “… Tú a la Victoria nos llevarás”.
HIMNO OFICIAL: “CAPITANA DE ESPAÑA”. La partitura del presente himno consta de tres folios, apaisados, a dos caras y en el mismo no aparece la firma del autor, lo que hace pensar que se trata de una copia del original.
El título real de este himno es: “A Santa María de la Victoria”. La letra pertenece al poeta D. José María Campos Giles y la música a D. Manuel Ruiz Castro. En él se hace referencia a Ntra. Sra. de la Victoria a la que se invoca como “Capitana de España” por un coro de voces, respondiéndole el pueblo con sentidas estrofas, llamándola “Golondrina del Cielo” y haciendo referencia a la tierra africana, al mar, a las olas, al regazo maternal de la Virgen, etc. .
A lo largo de los siglos, diversos melillenses habían dedicado a la Virgen de la Victoria encendidos elogios; y para no extenderse, dejaba constancia de algunos, como el de Juan Antonio de Estrada, Pagador de la Ciudad, le hacía en 1746: “Palma triunfante de Victoria: Ciprés hermoso, elevado sobre toda pura criatura. Castillo donde Dios habita, espejo sin mancha del fétido contacto de Adán: propiamente Madre, Abogada y Protectora de los Desterrados. Torre de Concepción muy hermosa, archivo, templo, sagrario y depósito, en donde la Soberana Omnipotencia deposita los tesoros de gracias, y misericordias: Dios te salve, María”.
Diez años más tarde, el 3.02.1756, el Mariscal Villalba, le dedicaba otro Elogio, titulado: “Patrona, Reina y Señora”.
El 23.03.1947, D. José Marfil García, Hermano Mayor Presidente Co-Fundador de su Congregación, ante el General Gustavo Urrutia González, en el acto de imposición de insignia como Presidente Nato Honorario, la califica como “Patrona, Reina y Señora”.
El 27.05.1995: “Única Señora de Melilla”. Palabras pronunciadas por D. Carlos Castañeda Fernández a las puertas del Santuario de Melilla la Vieja, tras la proclamación del Pregón que realizó en honor de la Divina Pastora. Momento en el que reivindicó a la Virgen de la Victoria como “Única Señora de Melilla”.
Y como colofón, José Luís Blasco, decía que: “… Con el presente artículo hemos querido acercarles una vez más al conocimiento de cuanto forma parte de la historia de la Patrona de la Ciudad, a la vez que regocijarnos por la nueva etapa que se abre con la denominada “Feria del Mar”, que no es otra cosa que la continuación de las Ferias y Fiestas en Honor de Nuestra Señora de la Victoria y que se vienen celebrando desde hace cientos de años.
Hay que reconocer que el presente artículo debiera ser nuevamente firmado por la prestigiosa pluma de José Luís Blasco, y no por este humilde amanuense, que con todo el respeto y gratitud lo ha transcrito en su totalidad.
