Esta era la segunda vez que Sheyla Lucía Gutiérrez se presentaba al certamen de belleza. El año pasado consiguió quedar como la Primera Dama de Honor. En esta ocasión, por fin ha logrado hacerse con la corona y la banda de Miss Fiestas Patronales 2016. No obstante, la joven de 18 años asegura que no ha cambiado en nada y resalta que seguirá vistiendo en chándal, por muchos títulos de belleza que reciba. En este sentido, pone de manifiesto que una de sus mayores virtudes es la humildad, algo que no está dispuesta a perder. La chica, además de ser la nueva imagen de la belleza melillense, se prepara para ser esteticista.
Sheyla Lucía Gutiérrez tiene claro que no va a dejar de ser quién es por muchos certámenes de belleza que gane. La joven de 18 años considera que la humildad es una de sus mejores virtudes y afirma que no está dispuesta a perder esa cualidad por el camino. “Sigo vistiendo en chándal, soy la misma pero con corona y banda”, expone, aclarando que en “lo único que he cambiado es que me siento mucho más contenta por la emoción”.
Este ha sido el segundo certamen al que Sheyla se ha presentado, ya que el año pasado se quedó a un paso de ganar el concurso de belleza al recibir el título de la Primera Dama de Honor. Entre risas, la Miss Fiestas Patronales 2016 desvela que su padre “no quedó conforme” con el resultado de la gala de 2015. “Él me ha animado mucho para que me vuelva a presentar. Mi familia ha sido un apoyo esencial en esto”, recuerda. Según dice, cuando se acercaba la fecha para inscribirse en el certamen de este verano, fue su padre el que le aseguró que “este año tenía que ganar”.
Esta melillense, que reside en la calle Alfonso XIII junto a su hermana y sus padres, se describe como una chica familiar, sencilla y con algún que otro defecto. “A veces me enfado muy rápido, por ejemplo con mi hermana. Pero también es verdad que se me suele pasar pronto el disgusto”, reconoce.
El futuro de Sheyla
La joven de 18 años asegura que se encuentra en uno de sus mejores momentos: “Ahora mismo sólo me preocupo de ser feliz”. Según adelanta, le encantaría poder ganarse la vida como modelo, ya sea de publicidad o de fotografía. “Ya he hecho alguna que otra cosa”, añade. No obstante, aclara que, si la cosa no saliera bien por este camino, también estaría feliz trabajando como esteticista, para lo que actualmente se está formando en el I.E.S Rusadir. Por lo pronto, asegura que se va a preparar a conciencia para ganar el certamen de belleza nacional, aunque se quedará conforme “pase lo que pase”.
Así vivió la gala la nueva Miss Fiestas Patronales 2016
Aunque esta era la segunda vez que Sheyla postulaba para convertirse en la nueva Miss Fiestas Patronales, afirma que “lo he vivido todo con más nervio que el año pasado”. En esta línea, explica que al anterior certamen se presentó “para ver cómo iba este mundillo”, por lo que no sentía tanta presión como en esta ocasión. “El día de la gala no paraba de repetirme: madre mía, de esta no salgo”, recuerda ahora la joven de 18 años entre risas. Según cuenta, no se esperaba ser la ganadora del certamen: “Me quedé muy impresionada. Cuando los miembros del jurado me iban dando las puntuaciones más altas, yo no me lo creía. No podía parar de reír”. La chica, que también consiguió hacerse con la banda de Miss Elegancia, elegida por el jurado, cuenta que también desfiló con el ‘hándicap’ de ser la primera en salir al escenario. “Es duro ser la primera, cuesta más”, asevera. No obstante, asegura que la gala “se me pasó en cinco minutos”, a pesar de que duró algo más de una hora.
