La Delegación del Gobierno desautorizó la caravana convocada por CPM para protestar por la prohibición del paso de los borregos marroquíes. Su responsable, Abdelmalik El Barkani obligó a su prohibición aludiendo a la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Reunión, en la que se establece que una concentración en lugar de tránsito público debía ser comunicada con un plazo mínimo de diez días naturales. Además, expuso que no se habían acreditado que concurrieran causas extraordinarias que justificaran la urgencia de la convocatoria. Asimismo, pidió a los responsables de la convocatoria que no realizaran “interpretaciones retorcidas del Estado de Derecho”. Según se informó a través de una nota de prensa, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, acordó prohibir la convocatoria de caravana de vehículos convocada para la tarde de ayer por Coalición por Melilla (CPM), ya que el grupo presentó la comunicación de la concentración con una antelación menor de diez días. Según se expuso, la normativa vigente obligaba a su prohibición al no haber respetado este plazo.
“Al haberse realizado la comunicación, por parte de los promotores de la protesta, con poco más de 24 horas de antelación, y al no haberse acreditado que concurran causas extraordinarias o graves que justifiquen la urgencia de la convocatoria, el delegado del Gobierno ha acordado prohibir su celebración”, se explicó en el comunicado de prensa difundido a los medios de comunicación.
Según argumentó la Delegación, esta decisión se apoyó en la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Reunión, la cual dispone que «la celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones deberá ser comunicada por escrito a la autoridad gubernativa correspondiente por los organizadores o promotores de aquellas, con una antelación de diez días naturales como mínimo y de treinta como máximo».
Según se recogió en el comunicado, El Barkani pidió a los promotores que respetaran lo regulado por la normativa vigente, y apeló una vez más “a la sensatez ante una realidad, como es la imposibilidad de importar corderos desde Marruecos para el próximo Aid El Kebir”. Según recordó, esta prohibición tiene sus razones en la normativa sanitaria vigente y, “en ningún caso pretende atentar contra las tradiciones de los musulmanes melillenses, suficientemente protegidas y respetadas por la ciudad de Melilla, no sólo por la declaración oficial de fiesta local para la misma Pascua del Sacrificio sino con la importación de borregos peninsulares con garantía halal, que asegura el abastecimiento suficiente para la celebración del rito islámico”.
Por tal motivo, El Barkani rechazó cualquier invocación de corte político que relacionara las medidas adoptadas ante la festividad del Aid el Kebir con motivos distintos a la declaración de fiebre aftosa en el vecino país y “las consecuencias que dicho brote han tenido para impedir la importación de corderos tal cual se ha permitido en años anteriores”.
Finalmente, El Barkani reclamó que no se politizara un asunto “eminentemente sanitario” y se dirigió a los dirigentes de CPM para pedirles que no realizaran “interpretaciones retorcidas del Estado de Derecho, por las que catalogan de ilegal o antimusulmanas todas aquellas normas que no se adecuan a sus pretensiones”. «En un Estado de Derecho hay que respetar la ley y no incumplirla o incitar a otros a que la incumplan», reiteró una vez más el Delegado del Gobierno.
