Existe el riesgo, más bien inminente, de que las federaciones entreguen las llaves de las instalaciones públicas y esos cinco deportes -pádel, golf, vela, tiro y petanca- dejen de ser practicados en nuestra ciudad. Como muy bien explicaba Enrique Bohórquez López-Dóriga en su Carta del Editor del domingo, la situación en Melilla en lo que se refiere al deporte va de mal en peor, debido, como aseguraba, «al despilfarro absurdo de dinero público a base de intervencionismo y a una ineficacia monumental, auspiciada por (muchos, no todos) políticos y funcionarios paralizantes de cualquier actividad deportiva y enemigos reales de cualquier gestión privada eficaz, como los hechos, que son mucho más importantes que las intenciones (que pueden no ser malas y algunas veces no lo son), demuestran».
En este sentido, y como ejemplo de la paralización que existe en la administración local hoy en día, hay cinco instalaciones municipales deportivas, que afectan a cinco federaciones -pádel, golf, vela, tiro y petanca- que en la actualidad todavía no han visto, ni han podido firmar, lógicamente, los Convenios con la Consejería de Deportes del año en el que estamos, 2016. Unos Convenios que deberían haber sido firmados en febrero, como más tarde, están sin rubricar a finales de agosto y, lo que es todavía peor, no se sabe cuándo se firmarán, si se firman, porque dichos convenios se encuentran pendientes de algún tipo de decisión o firma. Esto está provocando que las federaciones deportivas tengan que financiarse a veces con el dinero de los mismos presidentes, con el objetivo de que continúe la actividad en estas disciplinas, con el mantenimiento de los empleados, la apertura de las instalaciones deportivas, etc. Un grave problema que, además, significa un enorme despilfarro de dinero público. No en vano, y como también apuntaba nuestro Editor, la diferencia entre lo que le cuesta a la Ciudad Autónoma el funcionamiento de los campos públicos de los cinco deportes antes citados y lo que les costaría si los Convenios con las federaciones estuvieran ya funcionando es de 522.602 euros anuales, con el agravante de que existe el riesgo, más bien inminente, de que las federaciones entreguen las llaves de las instalaciones públicas y esos cinco deportes dejen de ser practicados en nuestra ciudad.
En resumidas cuentas, que la situación es caótica y que urge, mucho, solucionarla. Esperemos que desde la Ciudad, con Juan José Imbroda a la cabeza, se tomen rápidamente las medidas oportunas y necesarias, ya que hay muchos melillenses que practican las disciplinas anteriormente mencionadas y se merecen, al menos, la misma atención, e incluso cariño, que los deportes a nivel de club en nuestra ciudad, que parecen tener bastantes menos problemas a la hora de recibir sus subvenciones económicas.
En otro orden de cosas, y ya centrándonos en lo acontecido este pasado fin de semana en lo que concierne a nuestros representantes en categoría nacional, cabe recordar que sólo son dos los equipos que han comenzado sus competiciones, la U.D. Melilla, en el Grupo IV de Segunda División, que obtuvo un valioso empate en su visita a La Roda, y el C.F. Rusadir, en su estreno en la División de Honor Juvenil de Fútbol, que venció al Gimnasio Goyu-Ryu de Ceuta por 2-0. El River Melilla también tendría que haber jugado ayer su primer encuentro oficial, pero los expedicionarios blanquinegros no pudieron desplazarse a tierras malagueñas para enfrentarse al Vélez, debido a la cancelación del vuelo que los debía llevar hasta la capital de la Costa del Sol. Por último, no podemos olvidarnos del Melilla Baloncesto, cuya plantilla, con Alejandro Alcoba de nuevo al frente, se pondrá hoy manos a la obra a preparar una exigente temporada.
