El equipo melillense inició, en la mañana de ayer, la pretemporada con los habituales análisis y test físicos, y un entrenamiento de aproximadamente hora y media. En este primer día de trabajo participaron nueve jugadores de la plantilla, todos a excepción de Alfredo Ott, y los jugadores vinculados al CAM Enrique Soler. La primera mañana de pretemporada del Melilla Baloncesto arrancó con los habituales análisis y controles físicos a los jugadores. Por este motivo, a las 8’15 horas, los componentes de la plantilla estaban citados en el Laboratorio Lamas, donde se llevó a cabo un análisis de sangre a todos ellos. Posteriormente, ya en el Pabellón Javier Imbroda, el fisioterapeuta Alejandro Ríos realizó un control de peso de pliegues a todo el conjunto azulón.
Sobre las 10’30 horas, el equipo saltó al parqué del ‘Javier Imbroda’ para someterse a un test junto al nuevo preparador físico de la entidad, Jesús Fernández Botejara, para comprobar el estado físico con el que los jugadores han llegado a esta pretemporada. Unas pruebas que se desarrollaron bajo la supervisión directa del primer entrenador del decano, Alejandro Alcoba, y del resto de su cuerpo técnico.
La sesión matinal concluyó con varios ejercicios de tiro por parejas y por grupos, con el fin de buscar un trabajo dinámico y competitivo para hacer más ameno este primer día de pretemporada.
Por la tarde, el plantel del Melilla Baloncesto retornó, a las 19’00 horas, a la instalación municipal del Cerro de San Lorenzo para completar la doble sesión de entrenamiento programada para ayer lunes. La de por la tarde fue la primera de Alejandro Alcoba con el equipo y en el que el balón de baloncesto fue el gran protagonista.
