El presidente del Voluntariado Islámico de Acción Social (VIAS) afirmó que la Ciudad tenía desde ayer un plazo de 48 horas “para poner paz” en el asunto del veto al cordero marroquí. De no hacerlo, Molina expuso que habrá nuevas fechas en el calendario de convocatorias antes de la celebración del Aid El Kebir y, en esta línea, reiteró que las autoridades todavía estaban a tiempo de rectificar. Por su parte, los plataforma organizadora de la manifestación del sábado destacó que la asistencia fue un éxito a pesar de criticar la nula intervención de la Policía Local, por la que los asistentes se encontraron con el tráfico sin cortar y con coches aparcados en el recorrido. Según afirmó ayer el presidente del Voluntariado Islámico de Acción Social (VIAS), Abdelhabib Molina, la Ciudad tiene un plazo de 48 horas para negociar el veto al cordero marroquí. “A partir de ahora damos 48 horas de cortesía para poner paz a este asunto tan penoso”, manifestó Molina en rueda de prensa.
De no hacerlo, el representante de la ONG local aseguró que la plataforma, integrada por entidades como Coalición por Melilla (CPM), Los Verdes, la Comisión Islámica de Melilla (CIM) o la Asociación Intercultura, continuará apuntando nuevas fechas en su calendario de manifestaciones.
“Todavía tienen tiempo de rectificar”, indicó el responsable de VIAS, sosteniendo que para los melillenses musulmanes sería “una humillación” celebrar el Aid El Kebir sin el sacrificio de un borrego marroquí. Por su parte, reiteró que dejar pasar a los animales desde el país vecinos “sería cumplir con la ley”, por lo que “la Unión Europea lo vería correcto”.
La manifestación: un éxito
Por su parte, Molina mantuvo que la plataforma estaba “muy satisfecha” ante la afluencia de asistentes que respaldaron la manifestación del pasado sábado. “Miles de personas no suelen salir a la calle por cualquier motivo”, subrayó el presidente de la ONG. No obstante, criticó que la Policía Local no hiciera acto de presencia, por lo que tuvo que ser la Policía Nacional la que se encargó, entre otras funciones, de cortar el tráfico.
“Tuvimos unos minutos muy delicados en el Rastro”, señaló, explicando no se desplegó ningún dispositivo para la marcha, por lo que había vehículos aparcados o que intentaban colarse por el recorrido. En esta línea, Molina exigió la dimisión del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, por anteponer “sus intereses personales y partidistas” y por “poner en peligro la seguridad de la ciudad”.
Llamada al diálogo
La presidenta de la Asociación Intercultura, Yonaida Selam, criticó que era “una falacia” que El Barkani se quejase por el retraso en la manifestación cuando, según apuntó, ésta habría terminado antes si hubiera estado prevista de medidas de seguridad. Por su parte, expuso que esperaba que las autoridades se dejasen de “ideas absurdas”, haciendo una “llamada al diálogo y a que recapaciten”.
El representante de Los Verdes, Toni Roderic, puso de manifiesto el “exquisito comportamiento” de los asistentes a la marcha del sábado. Además, expresó que si el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, estaba dispuesto a hablar de cara al Aid El Kebir de 2017, “se puede hablar de 2016”. Asimismo, indicó que las autoridades no pueden “escudarse” en las leyes cuando, según él, se incumplen “tantas” diariamente.
