Hoy será quizá el día más crítico en lo que a seguridad se refiere porque se espera la mayor asistencia de personas, tanto de Melilla como venidas desde Marruecos, y eso lo saben las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado La Feria de Melilla entra en su recta final y, como ya habíamos vaticinado, la afluencia ha ido incrementándose en estas jornadas en relación a las primeras, como quedó demostrado anoche, donde la asistencia ha sido la mayor hasta ahora. Sin embargo, hoy se espera la mayor afluencia como históricamente ha ocurrido todos los segundos sábados de estos festejos. Entre las cuestiones a destacar, se ha notado una relajación en los requisitos a la hora de permitir la entrada de nadorenses a Melilla, después de las quejas públicas realizadas por los feriantes, que criticaban que sus ventas se resentían al no permitir pasar a marroquíes, que se veían imposibilitados para pasar a Melilla en los primeros días, al solicitárseles visado. Otra cuestión fundamental que también se ha notado es la mayoría alegría de los melillenses a la hora de gastar después que desde el jueves 1 de septiembre hayan podido cobrar sus nóminas. También se ha percibido el regreso de muchos ciudadanos que se encontraban de vacaciones fuera de Melilla y que han vuelto para disfrutar de la ciudad, incluidos sus festejos tradicionales.
Hoy será quizá el día más crítico en lo que a seguridad se refiere porque, como decimos, se espera la mayor asistencia de personas, tanto de Melilla como venidas desde Marruecos, y eso lo saben las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta noche toca extremar la precaución para que lo que ha sido una Feria tranquila, no se transforme en algo que la inmensa mayoría no deseamos, y es que haya algún suceso que podamos lamentar.
Mientas los festejos transcurren por los cauces ya comentados, a nivel político se producía también algo igualmente esperado, y es que el Pleno del Congreso ha rechazado este viernes la investidura del presidente del PP, Mariano Rajoy, el candidato propuesto por el Rey, repitiendo el mismo resultado del pasado miércoles: 180 diputados en contra frente a los 170 a favor.
Pedro Sánchez no se ha bajado del burro y además de seguir con el bloqueo de la formación de un gobierno, ha resucitado su vieja idea de una coalición con Ciudadanos y Podemos, algo que ya fracasó tras las elecciones del 20 de diciembre. Lo ocurrido ayer, por tanto, supuso un jarro de agua para quienes pedían desbloquear la situación política y que España pudiera tener al fin un gobierno que no esté en funciones. Veremos qué pasa en estas semanas pero ya todo es posible, incluidas unas terceras elecciones, para vergüenza de la clase política española, aunque para unos más que otros.
