Dotados de garfios en las manos y clavos en las zapatillas, más de 120 inmigrantes de origen subsaharianos consiguieron saltar ayer la doble valla a pesar de la malla antitrepa. La avalancha se produjo a la hora del relevo de las FyCSE y durante el último día de Feria. Se trata de la mayor entrada en 29 meses, después de que el 28 de mayo de 2014 accedieran 500 de los mil que lo intentaron. La cifra de inmigrantes que accedieron ayer domingo a Melilla saltando la doble valla que separa la ciudad de Marruecos se ha ido elevando paulatinamente a más de 120, y al menos dos de ellos se encontraban heridos, uno sangrando de la cabeza y otro que tuvo que ser llevado en volandas por otros cuatro de sus compañeros y que fue derivado a Urgencias del Hospital Comarcal por una posible fractura de hueso.
Según informaron fuentes policiales, el salto se produjo pocos antes de las 14,00 horas, justo a la hora del relevo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y los 'sin papeles' se fueron dirigiendo a la carrera hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde fueron recibidos al grito de 'bossa, bossa' por sus compatriotas, grito con el que expresan su alegría por haber logrado entrar en la ciudad española después de meses en los bosques marroquíes aguardando esta oportunidad.
La avalancha ha sido protagonizada por unos 500 inmigrantes por la zona entre Los Pinos y Mariguari según fuentes policiales, aunque Delegación reduce esta cifra a 250, divididos en dos grupos -Delegación habla de cuatro grupos- para intentar sortear la vigilancia, tanto de las fuerzas marroquíes como españolas, y la doble alambrada de seis metros de altura cada una, pero muchos de ellos han sido rechazados y no han podido lograr su sueño.
En cambio, más de 120 consiguieron su propósito aunque la cifra exacta no fue ofrecida por Delegación dado el goteo de llegada de subsaharianos al CETI, que corrían hacia este centro dependiente del Ministerio de Empleo, por lo que la cifra puede ser incluso mayor.
En su camino, melillenses les facilitaron botellas de agua para beber y les indicaban el camino para llegar CETI, en concreto por la carretera circunvalación o por la vía que cruza Reina Regente con Cañada de Hidum.
El salto se registró el último día de la Feria de Melilla, después de nueve días de celebración de los festejos tradicionales, en los que las fuerzas de seguridad tuvieron que afrontar la madrugada más complicada de la Feria, dado que el sábado se produjo la mayor aglomeración de estos nueve días y se registraron varias riñas con heridos. Además la entrada se materializó la víspera en la que las FyCSE preparan la “Operación Feriante”, para evitar que inmigrantes se cuelen en las atracciones feriales que serán transportadas en barco a la Península.
