En Melilla se sacrificaron ayer algo más de 2.900 corderos, lo que supone un descenso de casi el 40 por ciento en comparación a los 4.874 del pasado 2015, según datos oficiales. La causa puede estar en la polémica surgida como consecuencia de la orden ministerial contra el paso de animales vivos desde Marruecos por la fiebre aftosa y a la campaña de movilizaciones promovida por varias organizaciones y partidos contra la compra de los llamados 'manolos', los corderos traídos desde la península. La pascua del sacrificio 2016 ha estado marcada, sin duda, por la orden ministerial que prohibía la adquisición de corderos marroquíes por temor a los casos de fiebre aftosa declarados el pasado año y a la campaña de boicot promovida por distintas organizaciones y partidos políticos de la ciudad que se oponían a esta orden y, además, a la compra de los 'manolos', los corderos traídos desde la península por dos empresarios de la ciudad.
Polémica
La consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, anunciaba a comienzos de verano que la Ciudad Autónoma había realizado las gestiones oportunas para que los melillenses de religión musulmana pudieran celebrar la pascua del sacrificio "sin problemas", ya que dos empresarios se habían comprometido a traer las cabezas de ganado necesarias para ello. Se habló de importar desde la cabaña nacional unos cinco mil corderos.
El compromiso de los dos empresarios fue el de traer los corderos que fueran necesario. Pero con el inicio de las movilizaciones contra la orden ministerial de importación de los animales marroquíes, los empresarios expresaron su temor a que finalmente no se vendieran todas las reses, de ahí que establecieran un servicio de reserva de animales, para lo que las personas interesadas debían ir a estos establecimientos e inscribirse.
A las concentraciones de protesta y la manifestación en repulsa por la prohibición de la importación de borregos marroquíes se sumó la campaña de boicot promovida también por las entidades y partidos impulsores de las acciones contra la orden ministerial, que sembraron dudas sobre si este ganado peninsular habría podido ser alimentado con pienso animal. Todo ello provocó que los empresarios, por temor a no vender todo el género, se limitaran a traer las cabezas solicitadas por los compradores. En concreto, 2.960, que son las que se vendieron a lo largo de estas semanas.
La consecuencia directa es que cuando en esos últimos días numerosas familias se han acercado a comprar el cordero, se han encontrado con que estaban todos vendidos. El viceconsejero de Presidencia, Juan José Torreblanca, reconoce que el sábado unas 200 personas se encontraron con esta lamentable situación y con la imposibilidad de poder celebrar la pascua como marca la tradición. Por este motivo ayer, además de las familias que prefirieron irse a Marruecos a celebrar la fiesta con sus familias y aquellas que no pudieron encontrar corderos que sacrificar cumpliendo la tradición, explican que en Melilla se sacrificaran sólo 2.900 corderos y de ellos, 50 en el matadero. El propio Torreblanca reconocía que este descenso puede estar provocado "por la polémica que ha habido en la ciudad" en relación con los corderos.
