El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, agradeció y reconoció ayer la labor que hacen los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para “defender” la frontera entre Melilla y Marruecos, y especialmente dirigió este mensaje a la Guardia Civil, “que tuvo que pagar precios innecesarios”.
Imbroda aludió así a las imputaciones de varios agentes y mandos del Cuerpo por su actuación en la frontera ante diferentes intentos de entrada de inmigrantes, entre ellas la del excoronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, que finalmente fueron archivadas por la Justicia.
El dirigente autonómico dedicó el último tramo de su discurso con motivo del Día de Melilla para hablar del fenómeno de la inmigración ilegal, el cual “sigue latente” en la valla de la ciudad, aunque “con mucha menos intensidad que antaño”.
En este punto, destacó la “indispensable y esencial” colaboración de Marruecos y rechazó que haya voces, “algunas interesadas profesionalmente”, que “abominan de la famosa valla o de la política migratoria”, a pesar de que “una dejación de responsabilidades significaría una verdadera avalancha humana de muy previsibles consecuencias para todos”.
“La valla es de Europa”
“A ellos quiero decirles que esa valla es de Europa y es Europa la que ha de marcar la política común migratoria. Que España tiene que velar por la inviolabilidad de sus fronteras, entre otras razones, por seguridad. Y que la inmigración tiene que ser ordenada y acordada entre países”, dejó claro Imbroda.
También se dirigió “a los que hacen poesía desde sus mullidas y confortables existencias en España, lanzando proclamas para que se derriben las vallas”. A ellos les dijo que “se equivocan” en su planteamiento y que deberían ir a los países de origen porque “lo que se necesita es una valiente y decidida política de desarrollo en aquellos países con el compromiso total de los países del bienestar”.
