Los azulones realizaron un partido muy completo, especialmente en defensa, siendo el holandés Kevin Van Wijk el mejor jugador de los melillenses, con 23 créditos de valoración. El Melilla Baloncesto se impuso ayer, en su segundo encuentro del III Torneo ‘Lugo é Basket’, ante el combinado local del Cafés Candelas Breogán por 73-84. Los azulones realizaron un partido muy serio, especialmente en defensa, siendo el holandés Kevin Van Wijk el mejor jugador de los melillenses, con 23 créditos de valoración.
La primera parte se desarrolló con mucha igualdad desde los primeros compases del choque. Los lucenses tiraban de su inspiración desde la línea de tres puntos, mientras los de Alejandro Alcoba se volcaban en su juego interior, lo que les permitió adelantarse por primera vez en el luminoso cuando habían transcurrido tres minutos del duelo, merced a una canasta y adicional de Edu Gatell (8-9, min. 3). Varias decisiones arbitrales, un tanto polémicas, provocaron el enfado en el banquillo melillense, que fue sancionado con dos faltas técnicas.
El Cafés Candelas Breogán tomaba una pequeña renta de seis puntos (15-9, min. 5), pero los visitantes no perdían la concentración y seguían el plan de partido marcado por Alejandro Alcoba, que había provocado que los locales entrarán rápidamente en bonus. Una situación que los jugadores del decano aprovecharon para ponerse por delante desde la línea del tiro libre (15-16, min. 7). Con máxima igualdad, 22-23, terminó el primer cuarto.
El inicio del segundo acto estuvo marcado por las numerosas rotaciones de ambos conjuntos. Cambiaban las piezas pero no variaba la idea de juego y la intensidad en los de la ciudad autónoma. De nuevo, la aparición en los instantes finales de este cuarto de Edu Gatell, aprovechando las situaciones de ventaja generadas por el juego exterior, posibilitaba al Melilla Baloncesto marcharse con una ventaja de cuatro puntos al final de la primera mitad.
Tras el descanso, el equipo melillense salió muy metido en defensa y dominando el rebote. Ese buen hacer se trasladó al electrónico, en el que los azulones establecían una diferencia de diez puntos (42-52, min. 25), después de un 2+1 anotado por Alfredo Ott. El Melilla Baloncesto no bajó el pistón y siguió con el mono de trabajo, sumándose con su acierto exterior los jóvenes melillenses Álvaro García y Raúl Úbeda para poner un 51-64 al final del tercer periodo.
El último cuarto continuó por los mismos derroteros, con un decano que ampliaba la renta por encima de la veintena de puntos (55-76, min. 35) y que en defensa no dejaba jugar con comodidad a los celestes, llevando siempre las posesiones locales al límite durante buena parte de este definitivo asalto. Al final, victoria para los de Alejandro Alcoba por 73-84.
