Los acusados por un delito de lesiones y amenazas sólo declararon para defender su inocencia. Sin embargo, el único testigo directo de los hechos que acudió a la vista declaró que era cierto, ya que según su declaración, ellos no fueron los autores del delito. Dos individuos se enfrentan a la posible condena de cinco años de cárcel por un delito de lesiones, a los que habría que sumar otro año y medio por amenazas. Los acusados prefirieron no prestar declaración durante la vista, celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal número 1. Lo único que testificaron fue que todo había sido una confusión: “Nunca hemos agredido a nadie”.
No obstante, el perjudicado dio la razón a los dos procesados. Según afirmó, el 16 de diciembre de 2012 iba conduciendo cuando una tercera persona le paró a la altura de la calle Tadino de Martinengo. En el momento en el que detuvo su coche, varias personas “salieron” del callejón con ánimo de agredir. De hecho, aunque el testigo aseguró que no fue lesionado, una persona que iba con él sí fue atacada con un arma blanca, según sostuvo.
Finalmente, el juez declaró que el caso quedaba visto para sentencia.