Cerca de 40 trabajadores transfronterizos protestaron ayer ante la Delegación de Gobierno de Melilla a grito de “¡Permisos sí, abusos no!” para pedir “igualdad” ante la administración en las condiciones que se les exige a estas personas, que atraviesan cada día la frontera para trabajar en la ciudad, para renovar el permiso de trabajo. El secretario general de la Construcción de UGT, Abdeselam Anana, volvió a insistir en la necesidad de “agilizar” la renovación de los permisos y es que tardan entre “6 y 7 meses”, además de que tienen que pagar “altas tasas”. El secretario general de la Construcción de UGT, Abdeselam Anana, explicó que se están encontrando casos en los que los empleados trabajan con "precontratos", hasta que "después de pagar altas tasas se lo deniegan". Todo ello, apunta, después de estar trabajando "15 o 20 años en la ciudad".
Es por ello, que pide a la administración que bajen las tasas para acceder a estos permisos de trabajo y que se agilice su cesión. Además, aquejan el hecho de que se le "reste en la nómina" un porcentaje de dinero cuando este colectivo "no tiene derecho al subsidio", motivo por el que consideraban "que deben devolverlo". Así, aqueja que hayan incrementado el IRPF del 12 al 24 por ciento de un año a otro, cuando otros colectivos residentes no tienen que pagar dichos impuestos.
Es por ello, que consideran una "discriminación" lo que están haciendo con este colectivo y aclara que "no son trabajadores nuevos, sino que llevan años". En esta situación, se encuentran unos 500 trabajadores en el ámbito de la construcción.
