Dos mujeres, entre ellas la madre del detenido, acudieron ayer a la puerta de la Jefatura Superior de Policía sin saber siquiera si Abdellah A.M. estaba allí después de que lo sacaran detenido de su casa, en la Cañada de Hidum, una hora antes. Cuando los medios de comunicación allí congregados les confirmaron que su familiar estaba en el interior del edificio policial a la espera de ser trasladado a la Audiencia Nacional, las dos, visiblemente emocionadas, mostraron a los periodistas su convencimiento de que el joven no ha hecho nada.
“Es un niño muy inocente, y ya había escarmentado de la vez anterior”, afirmaron. Se referían, como ellas mismas explicaron, a la detención hace un tiempo de Abdellah por presunta vinculación con el terrorismo cuando era menor de edad. Sin embargo, aseguraron que quedó dejó libre porque “no había nada”. De ahí que mostraran su extrañeza por esta nueva detención, y sobre todo por el hecho de que se haya producido después de haber cumplido los 18 años, cuando ya había “escarmentado” de la anterior ocasión en que fue arrestado.
Había venido para sacarse el carné
Las dos mujeres comentaron a los periodistas que Abdellah estaba viviendo en Bruselas y que había vuelto recientemente a Melilla para sacarse el carné de conducir. De hecho, el día antes, este martes, se había examinado y suspendió.
Ambas se quejaron especialmente de las formas empleadas por los agentes durante el registro. La madre del detenido aseguró que le habían “destrozado la casa”, especialmente las puertas, y relataron el sobresalto que vivió la familia, sobre todo la niña pequeña que dormía en la vivienda y desde la entrada repentina de la Policía no dejó de llorar. También dijo que los agentes se habían llevado numerosos efectos, entre ellos “todos los teléfonos”.
Por último, la madre del joven relató cómo se despidió de su hijo antes de que lo sacaran de la vivienda rumbo a las dependencias policiales: “Me ha dado un beso y me ha dicho que estuviera tranquila porque iba a ser fuerte”, afirmó.
