Aberchán debería dejar de hacer estas distinciones entre "musulmanes y cristianos" para lograr que de una vez por todas se hable de la cultura “melillense”, independientemente de la religión que se profese y la cultura de procedencia, porque trazar esas líneas tan marcadas como las que viene llevando a cabo últimamente, no conducen a nada positivo El Pleno de Control celebrado este viernes, que parecía en principio tranquilo y que podía ir los cauces de la normalidad, finamente se tornó en agrio y bronco, especialmente entre el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda y el presidente del principal partido de la oposición Coalición por Melilla Mustafa Aberchán, a cuenta del tema religioso, al hacer este último distinciones entre musulmanes y cristianos
Todo ello a raíz de los planteamientos esgrimidos por Mustafa Aberchán para defender que se declare festivo también la Pascua Chica de final de Ramadán, como se hace desde hace ocho años con la Pascua Grande, o por la gestión que ha hecho el Gobierno del PP con el asunto del asesinato de Emin y Pisly en Marruecos del que está a punto de cumplirse tres años al firmar Aberchán que el Ejecutivo habría actuado de otra manera si los dos asesinados se hubiesen llamado "Pepito y Fernández".
Juan José Imbroda ha acusado a Mustafa Aberchán de llevar una senda nada positiva para los intereses generales de Melilla, al poner el acento en el tema religioso, algo, ha advertido la primera autoridad melillense, que se ha venido acentuando con sus enérgicas protestas contra la prohibición de la entrada de borregos para el Aid El Kebir, a pesar de que la razón era una prohibición europea y declarada por el Ministerio de Agricultura como forma de prevención ante el brote de fiebre aftosa que se declaró en Marruecos.
A partir de ese momento, CPM ha endurecido su lenguaje y parece que ha vuelto a tiempos pasados. Porque la formación de Mustafa Aberchán, tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015, ya sin votaciones de por medio, entró en una senda de entendimiento con el Gobierno del PP, moderando su posición y en cambio logrando varias contraprestaciones, como la aceptación por parte del grupo mayoritario de la propuesta que de todos los diputados cobren un salario si viven exclusivamente de la política.
Pero en estos últimos dos meses, el giro ha sido rotundo y sus continuas referencias a supuestas discriminaciones, en lo que se refiere el trato que se da a "cristianos y musulmanes", han hecho que Imbroda acuse a Aberchán de entrar "en una espiral muy peligrosa" para la convivencia multicultural de ciudad.
Para que ello no ocurra, Aberchán debería dejar de hacer estas distinciones para lograr que de una vez por todas se hable de la cultura "melillense", independientemente de la religión que se profese y la cultura de procedencia, porque trazar esas líneas tan marcadas como las que viene llevando a cabo últimamente el líder cepemista, no conducen a nada positivo.
