La Feria, que para muchos queda ya lejos después de que hace un mes apagara sus luces para despedirse hasta el año que viene, volvió ayer a la actualidad por unos minutos al ser uno de los temas de debate en el Pleno de Control al Gobierno celebrado ayer. El PSOE quería plantear cambios para “buscar un modelo de Feria que no vaya a la baja”, pero su diputado Francisco Vizcaíno aprovechó para poner sobre la mesa una petición suya personal: que la Ciudad Autónoma impida el acceso de los niños al festejo taurino. Vizcaíno apuntó que en su condición de docente, se quedó asombrado después de ver la cantidad de niños pequeños que había en las gradas de la Plaza de Toros el día del festejo taurino en la Feria. “No considero que sea educativo, de ninguna de las maneras”, señaló Francisco Vizcaíno, que aprovechó para pedir a la Ciudad Autónoma que si es posible, elabore un reglamento que impida que los menores de 14 años no puedan asistir a estos festejos.
El diputado insistió en matizar que se trataba de una opinión personal suya, aunque sí apuntó que el PSOE cree que los toros no deberían pagarse con dinero público. A su juicio, destinar el 25% del presupuesto de la Feria al festejo taurino “no es de recibo”.
“Quien quiera ir a los toros, que lo pague”, opinó el diputado socialista, a quien el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, le respondió diciendo que si la Administración local no interviniera económicamente en este asunto, no se podría celebrar la corrida de toros al tratarse de un festejo “caro”. Pero lo mismo ocurre, señaló, con el fútbol, otras competiciones deportivas o el teatro, por poner algunos ejemplos.
Respecto a la asistencia, el mandatario local recordó que ir a los toros no es obligatorio, y consideró que debería primar la libertad de decidir para que vaya quien quiera.
Imbroda lamentó que haya voces que pidan otro modelo de feria, pero no planteen propuestas alternativas a la actual. Un recado dirigido al PSOE, al que animó a que presente sus propuestas en la comisión correspondiente. De todos modos, subrayó que en la última encuesta de satisfacción, con 600 consultas, sólo había una queja y 22 sugerencias.
Actividad económica
En su opinión, “la Feria no va mal, va bien”, y la asistencia, cifrada en 140.000 personas, es considerable teniendo en cuenta que Melilla no es una gran ciudad. En este punto, destacó el “pelotazo” que este año ha tenido la caseta joven, con mucha participación, y defendió el impacto positivo que las fiestas patronales tienen en la economía local, con la generación de 400 empleos directos o indirectos y 3,5 millones de euros de actividad económica, de la que buena parte se queda en Melilla.
