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Imbroda acusa a CPM de entrar en una “espiral muy peligrosa” para la convivencia

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La tensión acumulada entre el Gobierno y Coalición por Melilla (CPM) en los últimos meses, como consecuencia de la polémica de los borregos, terminó por estallar ayer por la mañana en el Salón de Plenos del Palacio de la Asamblea. Una primera interpelación de los cepemistas pidiendo que el Aid El Fitr sea declarado festivo, y una segunda sobre el caso de Emin y Pisly, fueron calentando el ambiente desde primera hora en el Pleno de Control, que terminó estallando cuando el líder de la oposición, Mustafa Aberchán, afirmó que el Gobierno no habría actuado igual si las víctimas, en vez de musulmanas, hubieran sido cristianas. Imbroda le respondió advirtiendo a los cepemistas de haber entrado en una “espiral muy peligrosa” para la convivencia multicultural de la ciudad haciendo esas distinciones entre comunidades religiosas. Este momento de gran tensión se prolongó durante algunos minutos, en los que Imbroda y Aberchán protagonizaron un enfrentamiento verbal a gritos, con acusaciones cruzadas y en medio, la vicepresidenta de la Asamblea, Cristina Rivas, que también tuvo que elevar el tono para intentar reconducir el debate en el tramo final de la interpelación. A punto estuvo de expulsar al líder cepemista tras dos llamadas al orden seguidas y una advertencia para que dejara de interrumpir el turno de palabra de Imbroda. La tensión llegó a tal nivel, que el presidente melillense no ocultó su desacuerdo con la decisión de Rivas por no dejarle recuperar el tiempo de intervención perdido por culpa de su adversario político.
Con este rifirrafe interno en la propia bancada del PP se ponía fin a una interpelación que empezó defendiendo el portavoz de CPM, Hassan Mohatar, solicitando la creación de una comisión de investigación en España, o en su defecto, una comisión mixta entre España y Marruecos, para “esclarecer las circunstancias por las que fueron abatidos estos jóvenes españoles” el 27 de octubre de 2013. Desde aquel día, recordó Mohatar, las familias reclaman justicia pero por ahora, casi tres años después, “el Gobierno no ha dado respuesta” sobre qué pasó con estos dos jóvenes melillenses que recibieron hasta 41 disparos de la Marina Real alauita.
Lamentó que sólo se haya encontrado “una pequeña luz” en la vía judicial con la reciente decisión de la Audiencia Nacional, pero Mohatar insistió en que debe haber frutos también en la vía política, desde la Asamblea con una “voz al unísono” para presionar al Gobierno español, y que éste a su vez haga lo propio con el de Marruecos.
Al final del segundo turno de CPM, tomó la palabra Aberchán para asegurar que si estos dos chicos no hubieran sido de confesión musulmana, y “se llamaran Pepito Fernández, seguramente se hubiera actuado de otra forma”. Una afirmación que suscitó murmullos de desaprobación en la bancada del PP.
Aberchán respondió inmediatamente dejando claro que “hay un trasfondo” en este asunto, que es el hecho de que Marruecos pudiera considerar a los dos jóvenes como súbditos suyos y mientras tanto, las autoridades españolas estén “mirando para otro lado”, cuando en realidad “son ciudadanos españoles y ésta es su tierra”. “Nos están tomando el pelo, se han cargado a dos niñitos, ha sido un asesinato salvaje y no nos han dado ninguna respuesta”, agregó.

“Politizando” y “abusando de las familias”
Imbroda le replicó acusando a CPM de estar “politizando” este asunto y “abusando de las familias” de los dos jóvenes melillenses, al tiempo que recordó que “Marruecos es un país independiente” sobre el que el Gobierno de España no puede actuar pese a haber realizado diferentes gestiones diplomáticas ante el país vecino.
En este punto, instó a los cepemistas a que hagan valer sus “relaciones fortísimas” con autoridades de peso de Marruecos, algo que Imbroda dijo haber constatado en fotos recientes, durante la polémica por la prohibición de importar borregos del país vecino por el brote de fiebre aftosa. “¿Por qué no van allí y le piden que nos echen una mano también? ¿O es que lo usan para determinadas cosas que les interesan y otras no?”, preguntó Imbroda.
Este comentario encendió la mecha en la Asamblea con una discusión a voces entre Imbroda y Aberchán, que el primero explicó insistiendo en su argumento: “Le duele porque tiene relaciones con Marruecos y le he desnudado políticamente ante el Pueblo”, dijo el mandatario local. A lo que el cepemista respondió con tono elevado para dejar claro que es un ciudadano español y le duele que le consideren “de forma distinta”. “No le dolerá a usted, que busca otra cosa”, le espetó.
En cualquier caso, Imbroda advirtió a Mustafa Aberchán de que tanto él como sus compañeros de partido “han cogido una deriva muy preocupante”, presentando dos interpelaciones “con sesgo totalmente discriminatorio de colectivo” distinguiendo entre musulmanes y cristianos.
“Nosotros eso no lo hemos hecho nunca, nunca lo hemos entendido y nos ha salido del corazón. Usted está metiendo un palo enorme en la rueda de esta ciudad”, dijo Imbroda a Aberchán para dejarle claro que “ese camino no es bueno para Melilla, para nadie”, y que si su intención es electoralista, “seguirán perdiendo como siempre”. “No vaya a pensar que por un apellido determinado tienen que ir en fila india detrás de ustedes. Se equivocan, así que no hablen más de proyección social ni de números porque no es verdad”, insistió el dirigente melillense.

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Redacción

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