La U.D. Melilla encadenó ayer sábado su cuarto empate consecutivo del campeonato ante uno de los favoritos al Play-Off, el F.C. Cartagena. El partido fue emocionante, intenso e igualado, por lo que el 1-1 hizo justicia a lo ocurrido en el terreno de juego. Los melillenses, con este punto, siguen en zona de privilegio, aunque podrían salir de dicha posición si el Villanovense gana hoy en Mancha Real. Por su parte, el Álvarez Claro sigue siendo territorio prohibido para el Cartagena, ya que nunca ha ganado en sus diez visitas al Estadio Municipal, aunque duerme en la segunda posición. El primer tiempo fue bastante disputado, con dos equipos que jugaron a una gran intensidad, aunque con escaso juego. Los locales no dieron tregua en los instantes iniciales y cuando tan solo se habían disputado treinta segundos, Rubén Sánchez disparó de potente chut, pero el meta Limones respondió de puños, en una buena intervención.
El Melilla parecía haber tomado el mando al partido, pero el F.C. Cartagena fue sacudiéndose el dominio y estiró líneas. Así, en el minuto 12, un fallo del defensa Sergio Sánchez en la medular lo aprovechó Sergio García, pero su remate, escorado, lo envió fuera, bastante desviado.
El propio Sergio García fue protagonista tres minutos después, en una pérdida de balón de Rubén Sánchez, se fue de la marca de los dos centrales y remató en una clara ocasión fuera, cerca del palo derecho.
El encuentro se igualó bastante, con pocas concesiones por ambos bandos y mucha pelea. Pero los melillenses, en el 27′, lo intentaron con una faltada botada por Kiu, aunque el cuero fue despejado de puños por Limones.
Fue entonces, cuando la Unión Deportiva encontró soluciones para llegar con más asiduidad sobre la meta murciana, ya que en 30′, David Vázquez, en una rechace de la defensa rival, disparó raso y fuerte, pero el meta departamental detuvo con gran seguridad.
El F.C. Cartagena pasaba por sus peores momentos y de nuevo el Melilla volvió a la carga siete minutos después, en un disparo fortísimo de Álex Cruz que detuvo Limones en primer instancia, pero posteriormente el cuero se estrelló en el larguero, saliendo finalmente a saque de esquina.
Nacho Aznar marca de penalti
Y la insistencia azulina tuvo por fin su premio, en una internada de Kiu en el minuto 44, se marchó de Óscar Ramírez, pero éste lo paró con el brazo dentro del área, por lo que el colegiado decretó la máxima pena. Nacho Aznar ejecutó el penalti y engañó al meta de disparo raso, a su izquierda.
Chus Hevia pone las tablas
Con victoria de 1-0 para los melilenses se llegó al descanso, pero en la segunda mitad, la historia fue totalmente diferente, el Cartagena salió con el claro objetivo de lograr un gol cuanto antes y así fue. Y para ello, Alberto Monteagudo, técnico visitante, apostó por dar entrada a Chus Hevia en el 54′ y el cambio surtió efecto, ya que cuatro minutos después batió a Dani Barrio, ante la pasividad de la defensa melillense.
El partido volvió a su punto inicial, de igualdad en el marcador. La réplica le correspondió al Melilla, en el 66′, en una acción en la que Nacho Aznar se anticipó a la defensa, pero su remate en la boca de gol lo despejó un defensor.
El duelo seguía abierto y ahora el turno le correspondió al Cartagena por partida doble un minuto después. Chus Hevia se encontró con la anticipación de los centrales locales y su remate salió a córner. El balón a parado lo remató, de cabeza, Sergio Jiménez, que hizo enmudecer al público, ya que el balón salió rozando el palo derecho.
Emoción final
Los últimos quince minutos fueron de gran emoción, con dos equipos que buscaron la victoria, aunque fue el Melilla el que metió al Cartagena atrás. La salida de Sufian y David Cubillas dio mucha consistencia en ataque al plantel que dirige David Cubillas, y éste tuvo en su testa el gol del triunfo, a centro de Borja Prieto por la banda izquierdo en el 93’, pero Limones volvió a lucirse, salvando un gol cantado, despejando a córner.
En los últimos instantes, el Cartagena también metió el miedo en el cuerpo a los locales, con balones al área, pero no dispuso de ninguna oportunidad clara, por lo que finalmente el empate hizo justicia a lo ocurrido sobre el terreno de juego.
