El catalán avisó de la dificultad de un adversario que está convencido de que pondrá las cosas bastante difíciles. “Es un equipo a tener muy en cuenta y no hay que menospreciarlo por ser novato en la categoría. Siempre hay que dar la cara ante ellos y estar al cien por cien para intentar vencerles. Además, el Araberri juega con la baza de jugar en casa y eso le convierte en un equipo muy peligroso para todos los que van a visitarle”, apuntó. El pívot del Melilla Baloncesto Edu Gatell compareció ayer, en la previa del encuentro que el equipo melillense disputará mañana, en Vitoria, ante el Sáenz-Horeca Araberri. El jugador azulón incidió en lo complicado que es este rival, a pesar de ser un recién ascendido, y aseguró que han aprendido la lección de la primera salida a Marín.
El catalán avisó de la dificultad de un adversario que está convencido de que pondrá las cosas bastante difíciles. “Es un equipo a tener muy en cuenta y no hay que menospreciarlo por ser novato en la categoría. Siempre hay que dar la cara ante ellos y estar al cien por cien para intentar vencerles. Además, el Araberri juega con la baza de jugar en casa y eso le convierte en un equipo muy peligroso para todos los que van a visitarle”, apuntó.
“Los equipos nuevos en la liga siempre tienen ganas de dar la cara ante cualquier rival. En Marín nos pasó factura y esperemos que mañana en Vitoria no ocurra lo mismo”, añadió el interior acerca de que deben acudir a este encuentro sin ninguna relajación.
Y es que Sáenz-Horeca Araberri no es un recién ascendido al uso, ya que, y como bien resaltó Edu Gatell, cuenta en una plantilla con varios jugadores con experiencia en la LEB Oro. “Han incorporado a algunos efectivos que ya conocen la competición, lo que le da al resto del equipo la experiencia necesaria”. Por eso, cree que no se le puede considerar “un conjunto novato del todo, al igual que pasa con Marín”.
La victoria del pasado viernes ante el Palma Air Europa hizo, según el pívot del decano, que esta semana la encarasen de manera diferente a la que vivieron tras la derrota en tierras gallegas. “Un triunfo siempre anima al grupo y hace que la semana, aunque igual de dura por todos los entrenamientos, te la tomes de distinta forma. La derrota en ‘A Raña’ nos pesó y, por eso, estamos con la mentalidad de ganar mañana, y así empezar a coger nuestro ritmo de partidos”.
Por último, el gerundense habló sobre el gran mal que está golpeando al Melilla Baloncesto en estos primeros compromisos ligueros, las pérdidas de balón. “Tenemos que mejorar en este aspecto. Aunque somos un equipo que mantenemos muchos jugadores de la temporada pasada, con los nuevos aún no estamos al cien por cien compenetrados”. De todos modos, está convencido que “en cuanto todos cojamos la nueva dinámica la cosa irá rodada”, afirmó.
