El Rusadir Melilla B, tras dos derrotas consecutivas, la del pasado miércoles ante el Dos Hermanas (1-3), y la del sábado frente al C.D. El Palo, se ha visto envuelto en una peligrosa situación, que le ha llevado a ocupar la penúltima posición de la clasificación. Los de Yunes Domínguez y Karim, aparte de verse perjudicados por los arbitrajes lejos de La Espiguera, una circunstancia que puede ser considerada normal en estas categorías, también se están mostrando muy irregulares de cara al marco contrario, pues de los seis goles que lleva a favor, cuatro los hicieron en un solo encuentro, ante el Maracena (4-3), lo que deja claro que los melillenses tienen un problema de definición de cara a la meta contraria, pues en cinco encuentros se han quedado sin marcar.
No obstante, el trabajo y el esfuerzo que desarrollan sobre el terreno de juego es digno de elogio, pero en el fútbol lo que cuentan son los goles.
A pesar de ello, los técnicos locales siguen trabajando, semana a semana en ese sentido y, cuando los jugadores melillenses acierten de cara al marco contrario saldrán de la actual situación en la que se encuentran, porque tienen calidad para ello.
