“La hipocresía reina en Melilla. No sólo porque la ciudad se atribuye méritos que vuelven esencialmente a las tácticas de mano dura de Marruecos, sino también porque, si bien las terribles imágenes son escasas, las entradas ilegales no se han reducido, al contrario”. De esta forma, el periódico francés ‘Le Monde’ criticaba ayer la gestión migratoria que se está llevando a cabo en Melilla. Lo hacía en un amplio reportaje a propósito del último salto a la valla, que se produjo el pasado jueves, en el que 400 subsaharianos trataron de entrar a la ciudad y unos 70 lo consiguieron.
