El Gobierno local calificó ayer como “una soberana memez” el planteamiento de la proposición no de ley (PNL) que anteayer fue aprobada en la Comisión de Interior para derogar los rechazos en frontera de inmigrantes en las vallas de Melilla y Ceuta y la retirada de las concertinas. El vicepresidente primero, Daniel Conesa,argumentó su valoración al afirmar que la PNL “se hace desde un punto poético al que todos nos gustaría acudir”, pero recordó que por desgracia “el mundo no es feliz” y en las circunstancias actuales, “Melilla no puede prescindir de la valla”. Conesa enumeró algunas de las circunstancias que provocan la inmigración clandestina, como los problemas bélicos y económicos, con desigualdades, en el que hay personas que los sufren y que tienen la necesidad de “jugarse la vida para ir a un sitio donde creen que van a tener una vida mejor”.
“Si en un futuro desaparecen esos problemas, igual hay que quitar la valla, pero de momento no”, señaló Conesa tras insistir en la necesidad de ordenar la inmigración porque “Melilla es lo que es y no puede asumir eso”.
El vicepresidente primero instó a quienes anteayer respaldaron la PNL en el Congreso que “si lo que quieren es que entre todo el mundo, que lo digan claramente, se quite la valla y se responsabilicen de la situación que los ciudadanos de Melilla van a vivir si entra todo el mundo”, ya que “muchos tendrán que salir” debido a la falta de espacio.
Enviarlos a Carmena
“Si quieren que entren a Melilla, hagamos un puente aéreo y se los llevamos [los inmigrantes] a Carmena a la puerta del Ayuntamiento o a la de su casa, ya que dice que los que saltan la valla son los mejores”, siguió sugiriendo Conesa haciéndose eco de las declaraciones de la alcaldesa de Madrid hace un mes, las cuales calificó como “un disparate sin paliativos”.
En ese planteamiento de “tirar” la valla, el número dos del Gobierno melillense insistió en que todos vivirían “más felices” y “no habrá problemas ni personas que tengan que saltar la valla, evitando que resulten heridos no por la concernía, sino por caídas desde una valla de seis metros”.
Pero insistió en que se trata de “un profundo disparate” porque la PNL está realizada “desde un canto a un mundo feliz que no existe”, aunque mostró su deseo de que “algún día” se pueda decir que no son necesarias las vallas por el fin de las situaciones que provocan fenómenos migratorios como los actuales.
Al hilo, consideró “sorprendente” la abstención de Ciudadanos (C’s) en el debate de la PNL en el Congreso de los Diputados, una medida que por otra parte carece de “efectos prácticos” porque “ni se va a derogar [el rechazo en frontera] ni se van a quitar las concertinas”, las cuales recordó que fueron instaladas por el PSOE.
