El Ministerio Fiscal le reclama tres años de prisión por la presunta agresión en grupo a un joven al que habrían sustraído el teléfono móvil. Sin embargo, el acusado asegura que no estuvo en el lugar de los hechos, a pesar de que prestó declaración policial culpado del robo a otro joven. Los hechos que se denunciaron corresponden al 20 de diciembre de 2014. Según la versión del querellante, fue víctima de un robo cometido en grupo. “Venían detrás mía y recibí un golpe en la cabeza”, explicó el joven. Fue en la carretera de Farhana. “Uno me cogió del cuello, me pegaron, otro me puso la mano detrás de la espalda y me cogieron el móvil”, relató el chico. Según su versión, en cuanto liberó su brazo se empezó a pelear con el grupo para recuperar su teléfono.
Un agente de la Policía Nacional declaró en la vista judicial que, mientras iba patrullando, “vimos a un grupo de individuos agrediendo al chaval. Todos actuaban de la misma forma: le estaban robando”, aseguró. El acusado fue uno de los chicos que se dio a la fuga al ver llegar a la Policía, según expuso.
El procesado, sin embargo, defendió que “ni siquiera estuve allí”. Aunque en su declaración policial afirmó que fue otro chico el que golpeó y quitó el móvil al denunciante, en la vista justificó que “puede que no estuviera bien el día que la Policía me llevó a declarar”. En todo caso, insistió en que no tenía nada que ver con el robo.
Tras escuchar todas las versiones, el Ministerio Fiscal reclamó para el procesado la pena de prisión de tres años. La magistrada del Juzgado de lo Penal núm. 2 tendrá que decidir.
