El arranque del segundo asalto resultó determinante, con un decano con una mayor intensidad y con gran acierto en los tiros de campo. De este modo, los de Alejandro Alcoba darían un arreón en el marcador hasta situarse quince puntos arriba (46-31), a 1’51”, con un triple de Pedro Rivero. El Melilla Baloncesto sumó ayer su segunda victoria de la presente temporada, tras derrotar con cierta facilidad al colista, el Calzados Robusta, por 90-75, en un duelo en el que se produjo el estreno este curso del mayor de los Almazán, Eloy.
El menor, Pablo, tuvo el honor de inaugurar el electrónico, teniendo cumplida réplica por parte de un ex del decano como Quique Garrido, quien convirtió un triple. El primer cuarto se desarrolló con igualdad y con muchas alternativas en el luminoso. Así, los riojanos dispondrían de una renta de cuatro puntos (4-8), aunque la máxima correspondería a los locales, justo al término de este acto, con un más tranquilizador 26-20, tras una canasta de Alfredo Ott.
A destacar la aportación en los melillenses de Marcos Suka y de Eloy Almazán, ambos ya recuperados de sus diferentes lesiones. Y sin olvidar a Pablo Almazán, autor de 8 puntos.
El arranque del segundo asalto resultó determinante, con un decano con una mayor intensidad y con gran acierto en los tiros de campo. De este modo, los de Alejandro Alcoba darían un arreón en el marcador hasta situarse quince puntos arriba (46-31), a 1’51”, con un triple de Pedro Rivero. El cuarto se había abierto de igual modo, aunque el que convertía desde más allá de la línea de 6’75 era Eloy Almazán. Buenos minutos para Héctor Manzano y Oliver Arteaga, que aportaban también su granito de arena.
Bien es cierto, y pese a los méritos contraídos por los jugadores del Melilla Baloncesto, que los de Antonio Pérez Caínzos dieron bastantes facilidades, sobre todo en la faceta reboteadora, lo que allanó el camino del equipo melillense. Al intermedio se llegaría con un muy favorable 49-36, un resultado que pudo ser aún mejor si Bonifant no hubiese anotado en los últimos segundos.
El tercer acto tuvo dos partes muy diferenciadas, unos primeros cinco minutos con los logroñeses más entonados en ataque y reduciendo, poco a poco, su desventaja hasta colocarse a sólo siete puntos (57-50), con cinco minutos por jugarse. Mediado este cuarto, los de Alejandro Alcoba volvieron a meterse en el choque, con Jorge Sanz imprimiendo otro ritmo al juego de su equipo, lo que les sirvió para dejar prácticamente finiquitada la contienda, con Oliver Arteaga haciendo mucho daño bajo los tableros y con un inspirado Eloy Almazán desde el perímetro. De esta forma, la renta se disparó hasta los 19 puntos (73-54).
Del Calzados Robusta únicamente Herun y Carles Bravo intentaban mantener a flote a los suyos. A la conclusión de este tercer periodo se llegó con un claro 74-59, con una canasta de tres, a seis segundos, del visitante Alberto Martín.
En el último cuarto, y pese a que los de Antonio Pérez no arrojaban la toalla, el Melilla Baloncesto no encontró ninguna dificultad para mantener siempre una cómoda ventaja en el electrónico. No en vano, los blancos -antes azulones- conseguirían repetir en los compases iniciales de este definitivo periodo la renta de diecinueve puntos (79-60 y 81-62), con Héctor Mánzano y Edu Gatell tomando la responsabilidad en ataque. Herun, que se vio afectado por la acumulación de faltas personales, se quedó muy solo en las filas riojanas. Con la victoria del decano por 90-75 finalizaría este encuentro.
