El Balonmano Virgen de la Victoria de Melilla sigue sin reaccionar cuando ya se han disputado siete encuentros. Todos sus encuentros se han saldado con derrotas y el choque de ayer sábado ante el Balonmano Caserío Ciudad Real quedó listo para sentencia a partir del minuto diez, cuando el cuadro manchego comenzó a distanciarse en el marcador para dejar resuelto el encuentro al descanso, con una clara ventaja de 14-20, mientras que lo sucedido en la reanudación fue un calco a lo ocurrido hace dos jornadas ante el líder Los Dólmenes, ya que el equipo manchego se paseó para vencer de forma contundente por 21-34.
Los locales aguantaron el tipo hasta el minuto diez de la primera mitad, con un empate a cinco goles, pero la mala defensa le pasó factura ante un rival que no perdonó.
Ya en la reanudación, el equipo melillense jugó con casta en los inicios, pero no fue suficiente ante un Balonmano Ciudad Real que ampliaba las ventajas en el electrónico.
En resumen, impotencia generalizada y derrota justa, con los mismos errores de siempre, aunque en esta ocasión la defensa no estuvo acertada. El BM. Virgen de la Victoria no encuentra soluciones para llegar a ese punto de inflexión que le sirva para comenzar a levantar la cabeza.
