En el transcurso de una ceremonia sencilla aunque no exenta de oficialidad y solemnidad el comandante general de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu acompañado los jefes de Unidad de la Comgemel presidió la ceremonia de despedida del primer grupo de 72 militares melillenses, que forman parte de los 300 que integrarán el contingente de apoyo a las fuerzas iraquíes al mando del coronel del Grupo de Regulares de Melilla 52, Angel Castilla Trillo. Los profesionales del Ejército partieron anoche en el buque Fortuny de Trasmediterránea por vía marítima con destino hacia Málaga donde hoy se unirán a otros grupos procedentes de Madrid para viajar esta misma jornada hacia el país asiático.
El general Gutiérrez les transmitió el mejor de los aciertos en cada una de las decisiones que adopten en el cometido de las acciones que tendrán que desempeñar, “porque cada una de ellas repercutirá en el buen éxito de la misión de todos”. También les recordó que desde España y, en concreto, desde el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa en Madrid tendrán todo el respaldo “ y se velará por vuestra seguridad y el buen desempeña de todos vuestros cometidos”.
Misión española
La misión que ahora emprende el GREG 52 supone la participación más importante del Grupo de Regulares de Melilla en el exterior, no solo por su aspecto cuantitativo ya que se trata de la ocasión en que más personal aporta a un contingente, sino también por el cualitativo, por el hecho de incluir la Jefatura del contingente y una buena parte de sus puestos clave.
El colectivo de profesionales formado por Unidades de la Comgemel, es el quinto que se despliega en Iraq para esta operación.
Gracias al trabajo desarrollado por los anteriores, se parte de unas condiciones de vida aún austeras, pero superiores a las que se encontraron los que llegaron en primer lugar.
Se contará además con la ventaja del prestigio ganado por los contingentes ante la coalición multinacional y ante las autoridades civiles y militares de Irak y, por supuesto, con la experiencia acumulada en los aspectos específicos de los trabajos que tienen que desarrollar. Ser los quintos, por tanto, supone una ventaja, pero también el reto de estar a la altura de los precedentes.
La misión desarrollada hasta ahora por el contingente español ha consistido en regenerar y adiestrar unidades del nivel de Brigada de Infantería que se habían desarticulado o gastado tras la ofensiva del Daesh en el verano de 2014, y posteriormente reentrenar otras brigadas que, tras su participación en los combates para la recuperación del terreno ocupado por los terroristas, han identificado áreas de mejora en el adiestramiento de sus Unidades, antes de continuar con la ofensiva hasta la total recuperación del país.
