La Comandancia de la Guardia Civil de Melilla se sumó ayer a la celebración de la festividad del Día de los Fieles Difuntos, con varios actos. El primero de ellos fue a las nueve de la mañana en el Patio del Acuartelamiento, en el que tras la lectura del soneto y responso, se depositó una corona de flores en homenaje a todos los guardias civiles que han dado su vida por la Patria. La corona fue depositada por un miembro de la Hermandad de Veteranos de la Guardia Civil, junto a un guardia civil de la Escuadra de Honores de la Unidad. Posteriormente la Comandancia se sumó al acto programado por la Ciudad Autónoma y la Comandancia General de Melilla, en especial en el homenaje al guardia civil Antonio Molina Martín, asesinado por la banda terrorista ETA. Allí, se dio lectura a la gesta realizada por el joven agente melillense que le costara la vida y en la que evitó una masacre.
Hechos
El Guardia Civil Antonio Molina Martín, "fue cobardemente asesinado por la banda terrorista ETA, el 17 de diciembre de 2002, en la localidad de Collado Villalba (Madrid)", se señaló en el acto. Ese fatídico día, al ir a identificar a los ocupantes de un turismo marca Ford, matrícula de Málaga que le resultó sospechoso, al acercarse, uno de sus ocupantes realizó varios disparos contra él.
Aún herido, el guardia Molina Martín repelió la agresión e hirió de gravedad a uno de los etarras que iba en el vehículo, detenido en el lugar de los hechos. El otro, autor material del asesinato de Antonio, logró huir, siendo detenido seis horas más tarde por la Guardia Civil en San Sebastián. Al realizarse la inspección del vehículo, éste iba cargado con 130 kilogramos de explosivos que la banda terrorista ETA iba a hacer explosionar con coches bombas de forma simultánea en diferentes centros comerciales de Madrid la tarde noche del día 31 de diciembre.
Antonio Molina Martín "dio su vida, pero salvó otras muchas". "Con su heroica actuación evitó la muerte de muchos inocentes, hombres, mujeres, niños, que aquella tarde noche se dispondrían a realizar sus compras en los Centros donde los cobardes tenían pensado alojar los coches bomba, crear el terror y realizar una masacre". Antonio, "Guardia Civil por vocación e hijo ejemplar, murió como un héroe dando su vida por la de los demás. Su valiente gesta debe perpetuarse siempre. Nunca te olvidaremos, compañero. Que en paz descanses", le agradecieron sus compañeros.
Homenaje
El lugar donde yace el cuerpo de Antonio Molina fue visitado por la comitiva oficial de la Ciudad Autónoma, encabezada por el presidente Imbroda y secretaria general de la Delegación del Gobierno. Los viceconsejeros Francisco Díaz, Carmina San Martín e Isabel Moreno fueron los encargados de depositar una corona de flores en la sepultura. A continuación, una comitiva de la Comandancia General de Melilla, encabezada por el comandante general, junto a los familiares allí presentes del guardia civil asesinado, padres y hermano, depositaron un ramo de flores.
