Lo que está meridianamente claro es que la creación de empleo recae en las pequeñas y medianas empresas. Unas pequeñas y medianas empresas que, no nos cansaremos de decir, cada día se encuentran en situación más extrema. Y no por su mala gestión, sino por la nefasta gestión de la administración autonómica, léase Ciudad Autónoma, con respecto a los pagos, en este caso impagos, a sus proveedores. Sin duda alguna para el flamante, por lo de recién estrenado, Gobierno cuya composición se hizo pública ayer tras informar su presidente Mariano Rajoy al rey Felipe VI en Zarzuela, el problema más importante al que se enfrenta en esta legislatura es disminuir la alta tasa de paro del país.
Y fue precisamente ayer cuando se conocieron los datos sobre la fluctuación del empleo correspondientes al pasado mes de octubre. Los españoles supimos que a lo largo de esos 31 días, en los que se dio paso al otoño, el desempleo aumentó en 44.665 personas, una subida del 1,2% del número total de desempleados que se sitúa en 3.764.982. Sin embargo, en el mismo mes el número de afiliados a la Seguridad Social, SS, se incrementó en 101.335 personas por lo que el número total se ha cifrado en 17.813.356 personas. Son datos de un mes tradicionalmente malo, por el término de las contrataciones temporales del verano y previo a la campaña de Navidad, y que ha sido como viene siendo habitual valorado de una forma positiva por parte de los portavoces del Ejecutivo y de una manera preocupante y negativa por las organizaciones sindicales.
Pero lo verdaderamente sorprendente es el dato de la Seguridad Social, SS, que el año pasado en el mismo mes experimentó una subida de 31.000 personas y en esta ocasión el aumento ha sido del triple. Un dato muy interesante y sobre todo teniendo en cuenta la evolución en el último año con una subida de casi 600.000 personas, una cifra récord para la SS. A pesar de que hay un gran número de españoles insatisfechos por encontrarse sin empleo, también es cierto que se trata del mejor dato desde el año 2007 cuando estábamos en plena crisis. Y si le sumamos el interanual que también es bueno, forma parte del reflejo de una mejoría en el mercado laboral, pero no se pueden perder de vista que continúan los inadmisibles niveles de paro que resultan insoportables ya que doblamos los de cualquier país de nuestro entorno. Sin lugar a ningún genero de dudas es el mayor problema que tiene España por lo que todos los esfuerzos del Gobierno deben estar encaminados en primer lugar a reducir el desempleo. Y ahora que tanto se habla de políticas sociales no hay mayor ni mejor política social que crear empleo, por lo que habrá que estar atentos a lo que ocurre con la reforma laboral y a los retos que plantean las pensiones y habrá también que esperar a ese anuncio de Rajoy de reflotar el Pacto de Toledo, cuyos miembros llevan sin reunirse más de cuatro años y empezar a mirar hacia el futuro. Un buen momento para que los partidos dejen de mirarse el ombligo y adopten las medidas oportunas para mejorar lo que realmente interesa a los ciudadanos como son las pensiones y el paro estructural que sufre España.
Y si el paro es preocupante para los españoles en general, qué decir para los melillenses donde las cifras ya chirrían a pesar de que puntualmente en octubre disminuyó en la ciudad en 74 menos que el mes anterior y 1.467 menos que hace un año pero Melilla continúa con 11.467 parados, También han aumentado las filas de inscritos en la Seguridad Social con más de 22.000 melillenses, es decir, 183 más que hace un mes y 1.258 más que hace un año, según anunció Esther Azancot, directora provincial del Servicio Público de Empleo en Melilla, que resaltaba ayer que los datos del paro en octubre “vuelven a ser positivos”, los mejores, dijo, desde 2009.
Y aunque los partidos de la oposición valoran positivamente lo que consideran cifras puntuales, consideran que hay que atajar las raíces del problema del paro estructural en Melilla, donde las cifras siguen siendo alarmantes, con casi el 30% de la población en paro, como ayer señalaba la cepemista, Dunia Almansouri.
Lo que está meridianamente claro es que la creación de empleo recae en las pequeñas y medianas empresas. Unas pequeñas y medianas empresas que, no nos cansaremos de decir, cada día se encuentran en situación más extrema. Y no por su mala gestión, sino por la nefasta gestión de la administración autonómica, léase Ciudad Autónoma, con respecto a los pagos, en este caso impagos, a sus proveedores. Es tal el retraso que algunas empresas, incapaces de aguantar la espera por más tiempo, se están viendo abocadas al cierre, por lo que difícilmente podrán crear los ansiados puestos de trabajos que piden a gritos los desempleados melillenses, cuando la asfixia empresarial tiene como causa directa el retraso en el pago de sus facturas por parte de la Ciudad Autónoma.
