La polémica por la denuncia contra el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, dio ayer una nueva vuelta de tuerca para quedarse en el mismo punto que estaba, pues el presidente melillense, Juan José Imbroda, compareció anoche para dejar claro que el consejero seguirá en su puesto mientras no haya una resolución judicial contra él. Imbroda quiso así zanjar el asunto, después de que la oposición reiterara su petición de cese de González y la popular Cristina Rivas aclarara que desde el lunes estaba apartado de sus funciones de forma voluntaria. Imbroda aclaró que esa ausencia durante unos días no era un cese o una baja del Gobierno, sino unas “vacaciones” que el propio consejero le había pedido mientras se “enfriaba” la polémica por la denuncia. Sin embargo, Imbroda le ha pedido ya que se reincorpore a su puesto, mientras que al resto, fundamentalmente a la oposición, exigió “respeto a las personas en sus sufrimientos y sus problemas”. Imbroda se mostró rotundo y claro en su comparecencia, que terminó asegurando que no estaba disgustado, y que tenía como principal objetivo “intentar acabar con esta historia” que lleva una semana poniendo en el punto de mira al consejero de Seguridad Ciudadana y al resto del Ejecutivo por su reacción. De momento, dejó claro Imbroda, no moverá ficha y González seguirá siendo miembro de su Gobierno, donde “está trabajando y rindiendo bien por la ciudad y no ha tenido problemas con ninguno de sus compañeros”.
El presidente rompió una lanza a favor de su consejero afirmando que “es un buen profesional”, y se mostró comprensivo con la petición que le hizo para ausentarse varios días. Recordó que podría hacerlo hasta un mes si quisiera porque este año “ha cogido pocos días” de vacaciones, e insistió en que eso no es una baja ni un cese ni una pérdida de sueldo.
“Pero tiene que trabajar y por lo tanto, se reincorpora y punto”, afirmó Imbroda, que anunció su intención de llamar justo después de su rueda de prensa al consejero de Seguridad Ciudadana para pedirle que vuelva a su puesto de trabajo.
Esperar a la resolución
Ahora, insistió Imbroda, lo que hay que hacer es esperar a que el caso se resuelva judicialmente, y entonces será el momento de adoptar una decisión respecto a la permanencia o no de Isidoro González en el Gobierno para no “penalizar ni castigar” de antemano. Por el momento, insistió en que no se ha adoptado ninguna medida cautelar contra el consejero. “Cuando hay un problema de este tipo, enseguida hay medidas cautelares palpables y rotundas aunque luego se rectifique, pero en este caso no hay medidas”, apuntó.
Con este argumento, justificó la postura que está manteniendo su Gobierno, frente al criterio de la oposición, que pide el cese del consejero de Seguridad Ciudadana. “Si los actores que han de tomar medidas no las han tomado, ¿por qué voy a condenar a una persona que a lo mejor no ha hecho nada?”, quiso saber Imbroda en alusión al juez, a la Fiscalía y a la Policía Nacional.
Por lo tanto, advirtió de que el Gobierno no piensa ser “más papista que el Papa” y recordó que él se debe a la ciudad, a su Ejecutivo, a sus compañeros y a los ciudadanos. Además, centralizó en su persona la responsabilidad de adoptar decisiones cuando haya “un auto que diga fehacientemente si ha habido algo o no ha habido nada”.
De momento, reiteró que hay que respetar la presunción de inocencia porque España es un Estado de Derecho. Y lanzó un mensaje a quien pueda pensar o insinuar que el Gobierno local no actuará en el hipotético caso de que el consejero de Seguridad Ciudadana fuera considerado responsable por la denuncia que hay contra él: “Claro que vamos a actuar. Si a alguien se le ocurre que podemos tapar algo de este sentido es que está tonto”.
Al hilo, avanzó que “si la Justicia dice que eso ha ocurrido así, será cesado fulminantemente”. De lo contrario, permanecerá en su puesto “como si tal cosa”.
Respeto para todas las partes
También pidió respeto “para todas las partes”, habida cuenta que se trata del “sufrimiento de unas familias”, razón por la cual su deseo era que este asunto hubiera tenido desde el primer momento “una baja intensidad ante la falta palpable y rotunda de una prueba objetiva que dijera otra cosa”. Por ello, consideró que todos deberían haber tenido “un poquito más de prudencia” en esta cuestión.
“Es injusto que los problemas internos de una familia se extrapolen a la opinión pública y estar en un debate abierto ante todos los ciudadanos, ya que a lo mejor queda en nada y han sufrido innecesariamente”, señaló Imbroda. Admitió ante los periodistas que temía que esto “se fuera de las manos”, como ha ocurrido, y señaló directamente a la oposición, acusándola de montar “un circo mediático” con su abstención en la aprobación de una declaración institucional por el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, que se celebrará el día 25.
