Revolución. Pocas palabras dicen tanto en tan poco. Las ha habido de diferentes tipos: francesas, industriales, artísticas y hasta silenciosas. No te das cuenta hasta que han pasado. Podemos vivir en una y no estar dándonos cuenta. ¿Estaremos inmersos en alguna de ellas? ¿Revolución digital? …claramente, llegó hace unos cuantos años para cambiar nuestros hábitos, nuestra forma de comunicarnos e incluso de divertirnos… y aún seguimos sorprendiéndonos con nuestros comportamientos. Sentimos la necesidad imperiosa de contar todo en nuestras redes sociales, buscamos información en cualquier momento y desde cualquier sitio (si, literalmente desde cualquier sitio…), sentimos que no hay nada que no podamos conseguir desde nuestro teléfono móvil con acceso a Internet y un buen número de aplicaciones. Es increíble que podamos comprar el almanaque de "Regreso al Futuro" en un solo clic, conseguir unas entradas para el concierto de los Rolling Stones simplemente estando atentos a la pantalla del móvil, sin hacer horas de cola en la puerta del estadio; viajar a cualquier ciudad del mundo y visitarla sin necesidad de guía gracias a los mapas siempre actualizados que llevamos en el móvil, buscar piso de alquiler mientras paseas por cualquier ciudad de España y muchas más situaciones en las que la tecnología nos facilita la vida.
Cambios a mejor
Todos estos cambios también afectan a la manera en la que las empresas dan a conocer sus productos o servicios. A diferencia de hace tan solo unos pocos lustros, podemos poner nuestros escaparates digitales delante de aquellos usuarios que buscan determinadas palabras en Internet, lanzarles una oferta por SMS o e-mail en el momento en el que transitan por delante de nuestro establecimiento o recomendarles productos que otras personas con perfil similar adquirieron en nuestra página web.
El objetivo es claro, llegar sólo con mensajes relevantes al usuario adecuado en el momento adecuado, evitando la saturación publicitaria con mensajes de escaso o nulo valor para los clientes. Se trata de evitar que el usuario "coja el mando y cambie de canal…".
Y no únicamente se trata de publicidad, sino de la forma en la que las marcas y las empresas se relacionan con sus clientes. Las nuevas tecnologías, y en particular las redes sociales, permiten establecer relaciones antes imposibles. Resolución de quejas en tiempo real sin necesidad de realizar llamadas, concursos en los que miles de personas participan en cuestión de horas, recogida de opiniones de incalculable valor para la mejora de nuestros servicios, etc… La tecnología y la comunicación ya no son limitantes, sólo nuestra imaginación y deseo de conocer a los clientes pueden serlo.
Notables mejoras
En Trasmediterránea nos hemos dado cuenta. Trabajamos cada día para mejorar la comunicación con nuestros clientes, informamos de nuestros servicios y promociones especiales en medios locales a los que antes no podíamos acceder, hemos desarrollado una App móvil para que se puedan comprar billetes de ferry sin tener que salir de casa, se ha mejorado la conexión wifi en nuestros barcos y se ha puesto a disposición de nuestros clientes un portal de entretenimiento a bordo donde no cabe lugar el aburrimiento.
En definitiva, seguiremos adaptándonos a esta era tecnológica y digital en la que nos encontramos para ofrecer lo mejor de nosotros a nuestros clientes.
