Las entradas de inmigrantes por la valla son las que más ruido mediático provocan, pero la realidad es que hace ya un tiempo que esta vía dejó de ser la que acumula más accesos en Melilla. Las estadísticas sitúan al doble fondo como el principal método de acceso de la inmigración clandestina a la ciudad, y según las estimaciones de la Guardia Civil facilitadas a MELILLA HOY, la cifra en lo que va de año roza ya las 600 entradas, más del doble que las registradas en el perímetro fronterizo. Todo un récord que eleva también los datos de detenidos, vehículos interceptados a uno y otro lado de la frontera y, sobre todo, el negocio de las mafias que trafican con seres humanos. Su beneficio en este año 2016 podría situarse ya por encima del millón y medio de euros.
Según las cifras que maneja la Guardia Civil, a las que ha tenido acceso este Periódico, en lo que va de año han podido entrar a Melilla unos 580 inmigrantes escondidos en doble fondo. Este dato responde a una estimación, fruto de un análisis que se hace teniendo en cuenta los casos de subsaharianos que han sido interceptados en Melilla sin que faciliten información de cómo han llegado, que es lo habitual. “No quieren exponerse a una venganza de las mafias, ellos o a sus familias en sus países de origen, si dicen algo que pueda dar pistas para una investigación”, apuntan fuentes policiales, que atribuyen a esta casuística las últimas llegadas de inmigrantes que dicen haber entrado en patera sin que se haya detectado embarcación alguna.
Estos 580 inmigrantes que se calcula que han podido entrar este año en Melilla escondidos en doble fondo suponen una media de quince cada semana. La cifra es muy superior a la que se registró en los dos años anteriores. En 2015, la Guardia Civil estimó que fueron 372 los inmigrantes que accedieron a nuestra ciudad mediante esta vía, por lo que el incremento es del 55,9%.
El auge es mucho mayor si la comparativa se hace con lo que ocurrió en 2014, año en que la principal forma de entrada para la inmigración irregular fueron los saltos a la valla. Entonces fueron 245 los subsaharianos que pudieron entrar escondidos en dobles fondos. La variación que ha experimentado esta vía de entrada es de un 136,7% más respecto en apenas dos años, poniendo de manifiesto la dimensión del problema que ha adquirido el doble fondo en la lucha contra la inmigración clandestina en 2016.
Pero como inciden desde la Guardia Civil, estas cifras responden a estimaciones, pues los inmigrantes que han sido localizados y rescatados en el paso fronterizo o ya en el interior de territorio melillense son muchos menos: en 2015 fueron 51, y en este 2016 ya van 80. La tendencia al alza en este apartado es también muy notable, cuantificada en un 56,86%.
Más vehículos, también en Marruecos
El aumento de las entradas en doble fondo conlleva, a su vez, una tendencia al alza en los otros parámetros que también intervienen en la casuística del doble fondo, un modus operandi para las mafias que no se da en ninguna otra frontera exterior de la Unión Europea, salvo en Ceuta y en mucha menor incidencia que en Melilla.
Según las cifras de la Guardia Civil, en lo que va de año se han interceptado 41 vehículos con dobles fondos, frente a los 33 que se contabilizaron en todo 2015. Este incremento de ocho representa un auge del 24,24% en poco menos de un año, que podría haber sido mucho mayor de no ser por la mayor efectividad que está teniendo Marruecos en su territorio a la hora de localizar dobles fondos.
Así, mientras en 2015 las fuerzas de seguridad del país vecino hallaron en las inmediaciones de la frontera de Melilla 7 vehículos con inmigrantes en su interior, en lo que va de año la cifra se ha elevado a 28. Los resultados de este 2016 cuadriplican a los de 2015, algo que la Guardia Civil pone en valor porque los agentes marroquíes no cuentan ni con los perros especializados en la detección de personas ni con las máquinas de detección de latidos del corazón que utiliza la Benemérita en los pasos fronterizos para intentar detectar los vehículos que llevan inmigrantes escondidos.
Esta circunstancia, subrayan desde el Cuerpo, “hace más encomiable el trabajo y esfuerzo” del país vecino en su colaboración en la lucha contra la inmigración irregular y permite afirman que “Marruecos también se afana y lucha contra la lacra de las mafias que se lucran con el tráfico de seres humanos. La Guardia Civil habla con conocimiento de causa, pues en este ámbito tiene una “fluida comunicación” con las fuerzas y cuerpos de seguridad marroquíes, especialmente la Gendarmería Real, a la hora de abordar estos campos delictivos.
Otro de los aspectos en los que incidió el Instituto Armado es en la búsqueda de la mayor rentabilidad que caracteriza a las mafias que se dedican a traficar con inmigrantes. En este sentido, se ha detectado este año un mayor uso de furgonetas para pasar inmigrantes escondidos desde Marruecos hacia Melilla, ya que al ser más grandes aumentan las posibilidades de transportar a más personas que en un coche y con ello, los beneficios. Y todo “con el mismo riesgo” que si los llevaran en turismos.
En lo que va de año, la Guardia Civil ha interceptado tres furgonetas, una de ellas hace apenas cuatro meses, en la que fueron halladas cinco mujeres hacinadas y en mal estado físico. En los coches, las posibilidad de transportar a inmigrantes se reduce a unas dos o tres, que es “el tipo estándar” que suelen detectar los agentes cuando interceptan turismos dedicados al tráfico de personas.
Más detenidos
En la casuística del doble fondo, no sólo aumentan los inmigrantes que recurren a esta vía para entrar a Melilla y los vehículos que las mafias preparan para conseguir ese objetivo. También este año se ha dado un mayor número de personas detenidas y puestas a disposición judicial, acusadas de traficar con inmigrantes. Si en 2015 fueron 41, en lo que va de este 2016 ya son 66. El aumento es del 60,97%.
Esta mayor efectividad perjudica a las mafias, que buscan diferentes artimañas para que sus traficantes salgan indemnes. Por ello, cada vez son más habituales los abandonos de vehículos con inmigrantes en su interior, no sólo en el paso fronterizo como ocurrió hace justo dos semanas en el control de Beni-Enzar, sino también una vez dentro de Melilla. Esto aumenta el enorme riesgo que ya de por sí corren los inmigrantes en el interior de los dobles fondos.
Entre 3.000 y 4.000 euros por entrar a Melilla en doble fondo
Según la Guardia Civil, las mafias que trafican con seres humanos pueden llegar a cobrar a cada inmigrante entre 3.000 y 4.000 euros. Por lo tanto, la Benemérita calcula que la alta rentabilidad de este “deleznable procedimiento” puede alcanzar hasta 12.000 euros en cada viaje a Melilla para estas organizaciones delictivas. Una simple multiplicación de este precio por los inmigrantes que calcula la Guardia Civil que podrían haber entrado en doble fondo este año eleva el beneficio de las mafias por encima del millón y medio de euros.
De todos modos, es difícil de calcular, teniendo en cuenta que no todos los inmigrantes pagan lo mismo, pues el precio varía en función de la dificultad y el riesgo a la hora de pasar a los inmigrantes a Melilla. Además, no todos pagan, pues se tiene constancia de que estas redes delictivas no suelen cobrar a las mujeres.
Lo hacen con el pretexto de que les pueden pagar después de haber conseguido el objetivo de llegar a Melilla. Pero ese ofrecimiento esconde, en realidad, otros fines, pues “en la práctica, las mujeres se ven en manos de estas mafias y su destino puede ser cualquier actividad ilegal”. La Benemérita encamina sus sospechas a la explotación laboral o incluso sexual como posible forma de pago.
La realidad es que aunque varíe el precio, el billete del doble fondo es siempre caro, sobre todo para quienes optan por esta forma de llegar a Europa, que proceden de países subdesarrollados. “Hipotecan sus vidas y las de sus familias y casi siempre, ante la imposibilidad de pagar, se ven obligados a servir a las mafias hasta que saldan la deuda”, apuntaron a este Diario fuentes policiales.
