Tres días después de que Populares en Libertad (PPL) decidiera por unanimidad en un Congreso Extraordinario su disolución e integración en el Partido Popular (PP), ambos partidos escenificaron ayer este paso que parecía inalcanzable en la anterior legislatura por las grandes diferencias que protagonizaron en el ámbito político local. Ayer, esos desencuentros del pasado quedaron aparcados a un lado, como afirmaron los presidentes de los dos partidos, Ignacio Velázquez y Juan José Imbroda, que coincidieron en que esta integración de PPL en el PP es “lo mejor para Melilla” porque se refuerza la estabilidad política y social que ya hay en la Asamblea gracias a un pacto político “se cumplirá al 100%” y a un fortalecimiento del centro derecha en la ciudad. Uno de los puntos de ese Acuerdo para la Gobernabilidad de Melilla era, precisamente, la integración de PPL en el PP, lo que ocurrió ayer oficialmente con la entrega del acta de disolución de la formación liberal. Ignacio Velázquez acudió a presentarla en persona a la sede popular, adonde regresó varios años después de abandonarla acompañado por los dos miembros que PPL tiene en el Gobierno local, la consejera de Presidencia, Paz Velázquez, y su viceconsejero, Juan José Torreblanca.
Pequeños detalles evidenciaron que se trataba de un momento especial para ellos, como el comentario de Paz Velázquez, que dijo sentir que regresaba a su casa, y el momento en el que su padre vio cómo su foto sigue estando colgada en una de las paredes de la sede del PP, junto al resto de presidentes que ha tenido este partido político.
Tras la anécdota, Ignacio Velázquez firmó el acta de disolución de PPL, poniendo fin a los cinco años de existencia del partido que fundó como escisión del PP, y se la entregó personalmente a Juan José Imbroda ante los medios de comunicación, que fueron testigos de cómo se estrecharon sonrientes las manos como símbolo de la paz firmada un año y medio antes, en el marco del pacto político entre los dos partidos.
Después fue el momento para las valoraciones, que Velázquez e Imbroda hicieron por separado, aunque ambos coincidieron en varias cuestiones, como el hecho de dejar a un lado los desencuentros del pasado para continuar con un entendimiento y trabajo en común que ya se está haciendo desde julio del año pasado en el Gobierno.
La estabilidad política y social
Imbroda subrayó que con este pacto entre PP y PPL, que “se va a cumplir al 100%”, se ha reforzado “aún más” la estabilidad política y social que habían dado los populares en los últimos 15 años en la Asamblea y que es “digna de elogio” en ciudades complejas como Melilla y Ceuta. “Desestabilizar esto sería muy negativo”, insistió Imbroda, que consideró que “no tiene sentido tanta dispersión” del voto del centro y el centro derecha.
“Continuaremos en esta senda para el futuro y será lo mejor para todos los melillenses, que son los que realmente importan”, apuntó Imbroda, para quien este es “el mejor camino para la ciudad”, al que le han llevado sus “obligaciones y emociones” como presidente de la Ciudad Autónoma y el PP. En este punto, apuntó que PPL ha aportado “la mayoría” en esta legislatura, en la que se mostró satisfecho del trabajo realizado por los miembros que PPL tiene y ha tenido en el Gobierno de Melilla.
También dijo estar satisfecho del regreso de los miembros de PPL al que fue su partido. “Si no, no estaríamos aquí”, señaló Imbroda en un tono conciliador, con el que dijo que no se puede andar por la vida “a palos constantemente” porque eso es un error. “Otra cosa es el corazón de cada cual y la idea que tenga”, apostilló Imbroda, que aseguró que no piensa ser “un desgraciado llevando el corazón cerrado hasta el final de los días”.
Un día de alegría
El que fuera presidente del extinto PPL resumió a los periodistas lo que estaba ocurriendo en esos momentos como “un día fundamentalmente de alegría”. “Es un día emotivo volver a la nave nodriza, de donde salimos todos del PP, y dejar a un lado viejas disputas, rencillas y dificultades de entendimiento”, apuntó Velázquez.
Según dijo, para los 60 afiliados de PPL que ahora se integrarán en el PP, dar este paso supone “volver a los orígenes”, pues de hecho, el 90% de ellos ya estuvieron antes en ese partido. “Por nuestras venas corre sangre del PP, no vamos a tener ningún rechazo a esta nueva hemoglobina que recibimos, sencillamente porque somos compatibles y podemos tirar de una salud de hierro en el futuro”, agregó Ignacio Velázquez, que como ya hiciera el viernes, ayer volvió a confiar en que a partir de ahora no haya distinciones entre la gente del PP y la gente de PPL.
“Si a partir de ahora somos del PP, lo somos a todos los efectos”, apuntó al ser preguntado respecto a posibles listas electorales, sobre las que dejó claro que “no hay nada firmado”. “Espero que a partir de ahora seamos todos miembros del PP con un mismo fin, un mismo objetivo, una unidad de doctrina y mirando hacia el futuro de nuestra ciudad”, añadió Ignacio Velázquez, convencido de que ese será “el éxito verdadero de la integración”.
Ello, a pesar de que haya elementos que haya que “ir limando” porque “en un partido no hay nadie monolítico que mantenga el 100% la afinidad”. Sin embargo, aclaró que esas “percepciones distintas” forman parte de la vida política y “lo esencial está engrasado y unido”.
Velázquez puso en valor la integración, con un “punto de acuerdo y la necesidad de olvidar la disparidades de criterio”, porque el momento político que viven Melilla y España “requiere de acuerdos y entendimientos y de unir más lo que verdaderamente estamos de acuerdo”. Por eso, confió en que el encuentro “sea definitivo” y dé lugar a un partido y un Gobierno fuertes que se vea reflejado también a nivel nacional.
Quien fuera presidente de PPL agradeció a Imbroda “las facilidades de entendimiento y acuerdo” a los que se ha llegado en el último año y medio en que se ha desarrollado el pacto, con el que su partido quiere “ayudar a la gobernabilidad de la ciudad, que es mejorar la calidad de vida de los melillenses”.
