Según hicieron saber a este diario fuentes judiciales, es bastante posible que esté a punto de archivarse la investigación que rodea la muerte de la niña de 9 años de La Cañada, ahorcada con un pañuelo. Tras recabar las declaraciones de los familiares, vecinos y profesores, las mismas fuentes indican que no se puede probar que los padres hubieran cometido ningún delito por imprudencia. Las hipótesis abiertas se ciñen a la muerte accidental o al suicidio de la pequeña. Fuentes judiciales aseguraron ayer a este diario que “es muy probable” que esté a punto de archivarse el caso de niña de nueve años que apareció ahorcada con un pañuelo en La Cañada.
Desde que ocurriera el trágico suceso, a finales del pasado mes de octubre, la Policía Judicial ha estado recabando declaraciones de las personas que formaban parte del entorno más inmediato de la menor.
Tras recoger las versiones de los familiares, los vecinos y los profesores de la Residencia de Estudiantes Marroquíes Musulmanes de Melilla, donde la pequeña cursaba sus estudios, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción núm. 2 ha descartado algunas de las hipótesis que barajaba en un principio.
Por un lado, deshecha la teoría de que la niña sufriera acoso en el entorno escolar, ya que desde el centro educativo han subrayado que la menor no tenía problemas para relacionarse con otros alumnos y que, además, era una niña de buenas notas y sin dificultades para seguir los estudios.
Por otro lado, los vecinos han dejado de manifiesto que la pequeña de nueve años era una niña “muy alegre”, con comportamientos adecuados para su edad. Asimismo, han resaltado que “no había nada fuera de lo normal” en la actitud de los familiares de la niña.
Tras estudiar la documentación médica de la menor, también se deduce que “no había nada reseñable”.
Además, queda eliminada la hipótesis de que la pequeña fuera primero asesinada y después se la hubiera dejado en la posición en la que fue encontrada. "Los signos de la lengua indican que la muerte fue fruto del ahorcamiento", explicaron las mismas fuentes judiciales.
No existen pruebas del delito de imprudencia
Según pudo saber este diario, "no queda probado el delito de imprudencia por parte de los padres", por lo que lo más seguro es que el caso se archive sin trascender al Juzgado de lo Penal. No obstante, la Fiscalía podría recurrir para que no se cerrara la investigación.
En el informe del médico forense se apunta a dos posibles causas de la muerte violenta de la niña: accidente o suicidio. La disposición de los elementos es la que conduce a no descartar que la muerte fuera provocada por la menor de forma voluntaria.
El pañuelo con el que se produjo el ahogamiento se encontró enganchado al soporte de una maceta con forma de anilla, ubicada en el patio interior del bloque de viviendas.
