Enrique Ibáñez, rodeado de sus familiares, entre los que destacaron por lo novedoso sus nietas, las mellizas Lucía y Paula, de cinco meses desplazadas desde Murcia para la ocasión junto a sus padres Rocío y Manolo, celebró en Melilla su cumpleaños. Y lo hizo reuniendo con su mujer, Mariví Meléndez, a todos sus hijos, -salvo José Miguel que reside en Detroit-, y demás miembros del núcleo familiar como nietos y cuñados, en el Restaurante Miguel Benítez donde disfrutaron de las excelencias gastronómicas del local y de una divertida y entrañable sobremesa.
