Afirma el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura que al tema de los menores extranjeros no acompañados “no hay soluciones mágicas ni inmediatas”, pero sí que la colaboración de Marruecos “es estrictamente necesaria, articulando políticas para la acogida y protección de sus menores, impidiendo que huyan de sus hogares o sean abandonados por sus propios padres, convirtiéndose en víctimas de maltrato y abusos, que degeneran en comportamientos disruptivos. Estas son algunas de las conclusiones que extrae de las primeras jornadas internacionales sobre menores extranjeros que ha acogido la ciudad y que se elevarán en informes a los responsables políticos y técnicos de más alto nivel, porque la solución está en manos de la política exterior. Daniel Ventura comparte la apreciación de asistentes y ponentes al calificar de "éxito, porque se han conseguido los objetivos propuestos", las primeras jornadas internacionales dirigidas a profesionales que trabajan con menores extranjeros no acompañados que se han desarrollado esta semana en Melilla, con participación incluso de representantes del vecino país.
En su balance, el consejero destaca "el nivel y grado de implicación de los ponentes a la hora de enmarcar la realidad del fenómeno de la inmigración de menores en nuestra ciudad". Además reseña que por el volumen de asistentes, queda demostrado el interés de unas jornadas que tendrán continuidad el próximo año.
Melilla, ciudad de tránsito
Manifiesta el consejero que una de las conclusiones que se extrae es que "esta ciudad no es de interés para los MENA", sino que es un lugar "de tránsito ya que su intención es llegar a la península o al resto de Europa a la mayor brevedad" para "hacer llegar dinero a sus familias, o al menos eso es lo que piensan". Explicó el consejero que entre estos menores se encuentran aquellos que "vienen acompañados de sus padres y que son abandonados por éstos en la ciudad".
También hay menores, "en menor cantidad, que escapan de sus familias y que éstas podrían estar buscándolos en Marruecos. El resultado es que por más que se le informa a Marruecos, a través de los cauces reglamentarios, nunca contestan al respecto", se lamenta. Igualmente existen los niños de la calle, "con multitud de dificultades crónicas que requieren un tratamiento especializado. Estos niños son los que más ponen en riesgo su vida al desarrollar comportamientos muy disruptivos y peligrosos". La forma de entrada suele ser ocultándose en camiones, o a la carrera.
Asegura el consejero que la ciudad "vive un problema social no provocado por nuestro país, sino que es un problema impuesto por Marruecos". Debería ser el país vecino el que "por humanidad, ética y derecho debería de comenzar a colaborar con España en la solución de este grave problema", porque no hay que olvidar que "son los niños, las víctimas de toda esta situación". Reitera que este problema trasciende de la administración local y de la justicia, por lo que "deberá tratarse al más alto nivel e implicar a Marruecos".
Manifiesta el consejero que como ya se ha manifestado en otras ocasiones, la Ley del menor "es muy proteccionista y no es útil para la problemática específica que se vive en esta ciudad". Por ello, entiende que "la política exterior será la más adecuada y la que por tanto tendrá que comenzar con la búsqueda de soluciones de este fenómeno".
Marruecos
Reitera Daniel Ventura, que "la colaboración de Marruecos es estrictamente esencial para paliar la entrada de menores en territorio español". Entiende que son numerosas las iniciativas que podría poner en marcha Marruecos para que sus "súbditos menores, sus hijos, dejaran de poner en riesgo su vida".
Según dijo, varios ponentes coincidieron en que el país vecino "tiene que comenzar a poner en marcha políticas de educativas, escolarizar a los menores y educar en formación profesional así como en actividades lúdicas". En la misma línea de mejoras, "también se debería mejorar las políticas dirigidas a la protección de los menores. Con todas estas mejoras se podría minimizar la necesidad de tener que salir de Marruecos y poner en riesgo su vida".
En Marruecos existe una mayor concienciación al respecto y la muestra es que la asociación de marroquíes residentes en España, AUMERE plantea la posibilidad de abrir en Nador centros de acogida para asesoramiento, orientación profesional así como para investigar y conocer en profundidad el fenómeno de los niños de la calle, fenómeno que se da en ambos países. Igualmente plantean seguir sensibilizando a la población de la zona de Nador para que las familias" desistan de mandar a sus hijos a Melilla y hacerles ver la importancia del desarrollo dentro de la familia en su país de origen".
Soluciones
La conclusión, como señala se ha podido constatar en las jornadas es que "no existen soluciones mágicas ni inmediatas", que muchas comunidades autónomas viven este fenómeno de la migración de menores, "pero no con la magnitud que en nuestra ciudad" y que la "solución será más a medio y largo plazo". Lo que sí resulta penoso de todas las posibles situaciones que viven los MENA, "es que están vinculados, en muchos casos, a situaciones de trata para la explotación sexual de las madres o la de los propios menores".
También resultan "muy lamentable las malas experiencias por las que pasan muchos de estos menores que traen de su país de origen: abusos sexuales, maltrato de todo tipo, abandono por parte de sus progenitores planificando o abandonados a su suerte, y otras muchas conductas que denigran la persona y afectan al desarrollo evolutivo". Éstos, en muchos casos "presentan trastornos de conducta, sufren de estrés, depresión, ansiedad y terminan siendo adictos a sustancias psicotrópicas".
Otras de las dificultades que se encuentran tienen que ver con los procedimientos documentales ya que muchos "menores extranjeros cambian de identidad y de fecha de nacimiento cuando se mueven por otras CCAA u otros países europeos". De la misma forma los problemas que se plantean a la hora de poder solicitar la residencia a algunos de estos menores que "habiendo causado diversas bajas en los centros de protección, la solicitan cuando no existen a penas documentos del mismo".
Anuncia el consejero que muchas de las propuestas y conclusiones extraídas de estas I Jornadas Internaciones "se trasladarán a través de informes y reuniones, a los responsables políticos y técnicos al más alto nivel, con el objeto de que puedan ser de utilidad y contribuir, “en la medida de lo posible, en la mejora de las condiciones de vida de los propios menores y que ésta redunde, igualmente, en la mejora de la calidad de vida de toda la sociedad melillense".
La presión migratoria de menores, en constante crecimiento
El consejero aportó datos que este año, a fecha de octubre, Bienestar Social ha abierto más de 900 nuevos expedientes incoados de MENA en Melilla. El número de menores que actualmente tienen un rango de edad entre 16 y 17 años, son más de 350 de los 500 acogidos en los centros. Este dato refleja que la inmensa mayoría de los MENA que vienen a la ciudad” son adolescentes en las etapas más tardías”. En 1997 Melilla carecía de MENA, siendo 2 en 1998; 56 en 1999; 11 en 2000; 165 en 2004; 257 en 2011; 383 en 2015 y 505 a día de hoy. El incremento se debe a los "cambios legislativos y proteccionistas de unas Leyes que no tienen en cuenta las condiciones particulares de las ciudades fronterizas con Marruecos y por supuesto la ignorancia y permisividad que Marruecos aporta a sus hijos".
Por último y en relación a las denuncias de agresiones que señalan algunos menores y defienden ongs, indicó que para estos niños consideran maltrato que se les impida salir de noche o que se les castigue por golpear a un compañero. No obstante si se produce un maltrato real, señala que es urgente denunciarlo cuanto antes.
