El agente de la Benemérita que hizo de secretario durante la instrucción del caso, declaró ayer en el juicio en el que se intenta aclarar el grado de implicación del melillense Juan Manuel Coronil en la muerte de la joven Zineb Manae a los 24 años de edad. El agente indicó que fue un cuidador del centro de La Purísima quien dio el aviso tras la alarma de unos niños del centro de que se encontraron con un elemento escondido entre unos arbustos: era el cuerpo de Manae. A partir de ese momento se abrió una investigación en la que, si bien en un inicio señalaban al cuñado de Manae, posteriormente y tras investigar más sobre el cartón que tapaba el cadáver empezaron a sospechar sobre el entorno de Coronil, hasta que todas las pruebas apuntaron a él. El agente de la Guardia Civil, que era secretario de la instrucción del caso, aseguró que cuando encontraron el cuerpo supieron desde el inicio que no había sido el lugar donde falleció Manae. Es por ello, que abrieron una investigación cuyo primer detenido fue el cuñado de Manae.
Tal y como explicó el primer día del juicio y ratificó el agente, el cuñado de la víctima habría reconocido, a recomendación de la hermana de Manae, que dio en su primera declaración, una "visión distorsionada" en algunos hechos. En concreto, en el tiempo que hacía que no veía a Manae, su residencia o la de su mujer, que cabe recordar que se encontraba en Francia en el momento de los hechos.
El motivo: el miedo a que no le renovaran la tarjeta de residencia. Aún así, fue el propio cuñado de Manae quien fue a denunciar su desaparición ante la Jefatura de la Policía Nacional y este Cuerpo el que avisó a la Guardia Civil. Tras tomar declaración a numerosos amigos de la víctima no daban con el presunto responsable por lo que, por orden del juez, dejaron en libertad al cuñado de Manae.
La pista clave
El agente de la Guardia Civil explicó que había tres líneas de investigación, entre ellas, las personas con las que era asidua Manae, de las que no obtuvieron una respuesta en un primer momento. Y es que gracias a un camarero de un bar que normalmente frecuentaba Manae, se pudo esclarecer que la madrugada del 28 de octubre la joven se subió a un coche "pequeño y negro".
La pista de ese vehículo era la segunda línea de investigación pero tampoco tuvo resultado alguno, hasta que analizaron la titularidad de los efectos encontrados en el lugar donde hallaron el cadáver.
Al parecer el cartón con el que presuntamente Coronil habría tapado el cadáver el 30 de octubre por temor a que lo vieran las numerosas personas que iban a asistir al entierro de Emin y Pisly, era de un parque infantil de juguete. La Benemérita investigó de qué comercio podría venir hasta que dieron con el establecimiento. El propietario reconoció que dicho cartón era de uno de los artículos que él tenía a la venta y que lo había adquirido la hermana y el cuñado del ahora acusado.
Es por ello, que siguieron la investigación con el cuñado del Coronil, dado que el camarero les había dicho que Manae se habría subido al coche con un varón. En el marco de estas sospechas llegaron a tomar declaración a Coronil como testigo, quien negó todo.
Sin embargo, cuando la Guardia Civil confirmó que el último repetidor del teléfono de la víctima daba señal en el Polígono SEPEs, en la calle Hortensia, y que el cuñado de Coronil no podía ser, el melillense pasó de testigo a acusado.
Con abogado y en normalidad
Otra de las cuestiones que aclaró el agente es de qué forma declaró Coronil y sobre todo si lo hizo con un abogado que le defendiera. El agente aclaró que cuando pasó de testigo a acusado declaró con su abogado e incluso recuerda que su letrado también le hizo de unas diez a quince preguntas.
Así, señala que ambos se leyeron la declaración y abogado y acusado la firmaron. Así, sostiene que Coronil estaba en estado "normal", consciente y orientado, y colaboró con los agentes en todo momento durante los registros en el garaje, su vivienda y los vehículos -el suyo y el de su padre en el que trasladó el cuerpo-.
Además, el agente de la Guardia Civil indicó que el acusado solo pensaba en su familia y en especial en su padre, quien en aquel momento se encontraba enfermo. Sin embargo, fue este mismo agente el que afirmó en fase de instrucción que "una persona normal no se expresaba de esa manera", aunque aclaró que él no es un psicólogo por lo que no podría darle un diagnóstico, sino que simplemente era una percepción.
