La Policía Nacional y en especial la Guardia Civil, que es la encargada de la custodia de la valla, va a estar muy atenta este mes de diciembre, porque la bolsa de inmigrantes al otro lado es en la actualidad muy importante y los intentos por pasar a nuestra ciudad se van a multiplicar en este mes de celebraciones Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Melilla ya estaban alertadas por la llegada de un mes de diciembre muy "caliente" en lo que se refiere a la presión migratoria. De hechos, sus servicios de información manejan altas cifras de inmigrantes en los alrededores de nuestra ciudad, con filas de indocumentados, en los que se pueden ver a centenares de personas esperando al otro lado de la frontera una oportunidad para acceder en Melilla.
Son estas fechas propicias para estos intentos de saltos, primero porque el frío y las fuertes lluvias aprietan y segundo ante la creencia de los inmigrantes que al tratarse de un mes con muchos periodos festivos, como los recientes puentes de la Constitución y de la Inmaculada Concepción, o las próximas Navidades y Fin de Año, se podría producir una relajación en la vigilancia. Pero nada más lejos de la realidad, porque ha vuelto a Melilla el ya familiar el helicóptero, que sobre todo por las noches y primeras horas de la mañana, sobrevuela todo el perímetro fronterizo, para prevenir posibles entradas.
Así ha ocurrido estos últimos días, en los que los acercamientos a la alambrada melillense son constantes y por ejemplo ayer mismo las fuerzas de Marruecos evitaban que una treintena de subsaharianos alcanzaran la valla.
Este intento de entrada se ha producido sobre las siete de la mañana en la zona del paso fronterizo de Barrio Chino, aunque ninguno de los inmigrantes logró su objetivo.
Una hora antes, la valla de Ceuta registraba una de las mayores entradas de su historia. Alrededor de 500 personas de origen subsahariano forzaron alrededor de las 6,15 horas una de las puertas del perímetro fronterizo de la ciudad, de 8,2 kilómetros de longitud, en su zona intermedia. Pese a que las Fuerzas de Seguridad rechazaron a una parte, al menos 438 consiguieron acceder a la ciudad, donde 103 fueron asistidos en diferentes puntos por el Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de la Cruz Roja, que trasladó a 28 al Hospital Universitario. Dos permanecen en el quirófano con una pierna rota y una herida en una mano, respectivamente, han precisado fuentes sanitarias. El resto ya ha recibido el alta. Por su parte, dos guardias civiles también terminaron en Urgencias con heridas y contusiones causadas por "palos y piedras".
A raíz de ello, los sindicatos policiales reclamaron que se refuercen las medidas de seguridad en "la frontera de África con Europa" en Ceuta tras la pérdida de 50 efectivos con respecto a 2015 y después de la entrada masiva de inmigrantes de este viernes.
Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, anunció en Ceuta la apertura de un "periodo de recogida de información y chequeo de los puntos vulnerables y mejorables" de la frontera de la ciudad autónoma para programar presupuestar refuerzos en "recursos económicos o personas que sean necesarios" y actuaciones "a corto y medio plazo" que mejoren su nivel de impermeabilidad frente a intentos de salto en grupo de la misma como ocurrió ayer.
"El problema es crítico y complejo pero la gestión de la valla está funcionando bien y tenemos unos agentes que son modélicos en las fronteras y así lo demuestran", ha resumido Nieto, que también ha alabado la "buena gestión" que a su juicio hace el Reino alauita de la "potencial amenaza" que supone el asentamiento de migrantes indocumentados cerca de las fronteras de Ceuta y Melilla.
En este sentido, subrayar que la Policía Nacional y en especial la Guardia Civil, que es la encargada de la custodia de la valla, va a estar muy atenta este mes de diciembre, porque la bolsa de inmigrantes al otro lado es en la actualidad muy importante y los intentos por pasar a nuestra ciudad se van a multiplicar en este mes de celebraciones. La alerta va a ser máxima para hacer frente a la inmigración irregular.
