Si es lo que yo decía hace unos días: Llegará el momento en que las parturientas melillenses tendrán que ser atendidas en tiendas de campaña instaladas en la Playa de San Lorenzo, en la Plaza de las Cuatro Culturas (¿Son ya 15 ó 20?, o en la explanada del campo de fútbol Álvarez Claro…?
¡Qué barbaridad… Según «Melilla Hoy» en su edición del pasado jueves, día 1 de diciembre, «El sábado, 26 de noviembre, nacieron en el Hospital Comarcal, quince niños de nacionalidad marroquí por solamente un español». Normal, apuntaría yo, si tenemos en cuenta lo que dijo hace no muchas fechas el director provincial de Ingesa en nuestra ciudad, D. Francisco Robles: «Que por ley estamos obligados a atender las necesidades sanitarias que precisen los ciudadanos del vecino país», un efecto llamada que ahí tenemos los resultados.
Pues entonces, pienso yo también, en lugar de llamarse a dicho centro médico Hospital Comarcal, debería habérsele puesto «Hospital Hispano-Marroquí», y así nadie podría extrañarse de lo que está ocurriendo.- Y, por lo que dicen fuentes médicas, se vienen produciendo avalanchas» con promedios de 14/15 asistencias sanitarias a marroquíes por solamente un ciudadano español, además de forma totalmente gratuita (esto lo apunto yo y, además, porque es verdad), mientras que nosotros, los españolitos de esta benemérita y humanitaria ciudad de Melilla nos pasamos un buen porrón de años cotizando a la Seguridad Social para recibir esa asistencia que, muchas, muchísimas veces, no es fácil encontrar en el repetido Centro por estar sus habitaciones saturadas de enfermos, parturientas, etc., del vecino Reino alauita.
Se ha dado el caso, y puedo dar fe de ello, de que una joven melillense, estimada amiga de mi familia y a punto de alumbrar un bebé, el ginecólogo que la atendía llegó a decirle: «Que no se te ocurra ponerte de partos estos días porque no disponemos de cama en el Comarcal». ¡Vamos, para mear y no echar gota!
Lo he dicho en varias ocasiones y lo sostengo, que estoy totalmente de acuerdo que, en caso de una urgencia, la sanidad melillense preste el servicio que precise un enfermo grave, o por un accidente también de graves consecuencias.- Pero lo otro, el abuso que se viene produciendo con parturientas marroquíes, o asistencia en los servicios de urgencia por una nimiedad, digamos -como se ha dado el caso- un simple dolor de muelas, eso pasa ya de castaño no a oscuro sino a negro. Y creo, por lo que viene costando a la sanidad española, que ya se debería cortar dicho abuso.- Además, me he preguntado en infinidad de ocasiones y me lo vuelvo a preguntar hoy: ¿Es que Marruecos, con tanta riqueza de la que alardean con frecuencia muchos de sus gerifaltes, no ha sido capaz aún, desde que Francia y España les concedió su independencia de contar ya con un servicio de Sanidad del que tanto precisan sus ciudadanos, al menos los que tienen sus residencias próximas a las ciudades de Ceuta y Melilla?… Pues parece ser que no, que ese importante problema por resolver les importa un bledo; mientras haya países tontos como España, que allí se apañen para resolver lo que aquí a nosotros, ni nos va ni nos viene.
