El Gobierno de Melilla ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que lleve a cabo unas obras de emergencia y el arreglo definitivo de la estación de bombeo del Río de Oro para evitar que la ciudad sufra inundaciones ante fuertes precipitaciones, como ocurrió los pasados 4 y 8 de diciembre. En la madrugada de ayer, pese a que llovió más que aquellos dos días, no hubo problemas de acumulación de agua. Según explicó ayer en declaraciones a los periodistas el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, el hecho de que ayer no se produjeran inundaciones fue gracias a las “medidas provisionales” que ha adoptado la Ciudad Autónoma en los últimos días. “La situación ha sido enormemente mejor”, afirmó Quevedo, que no obstante está en contacto con la CHG para pedirle que este organismo haga “de inmediato” una serie de “actuaciones paliativas” por la vía de emergencia, como la ejecución de unos aliviaderos y otros elementos, que supondrán una inversión pequeña pero que mejorarán mucho la salida natural del agua.
Posteriormente se llevará a cabo un proyecto que ya está elaborado, que supondría una inversión de 1,4 millones de euros, para que la CHG haga los arreglos definitivos con el objetivo de que la estación de bombeo del Río de Oro funcione adecuadamente a efectos pluviales, ya que actualmente provoca “un tapón” a la hora de tratar aguas fecales.
Quevedo recordó que la Ciudad Autónoma se negó a recibir aquella estación de bombeo tras ser construida por la CHG, ya que no estaba de acuerdo con el proyecto ejecutado al considerar que su diseño podría dar problemas a efectos pluviales, como así ha ocurrido, lo que necesita ser corregido con este proyecto, que arrancará a principios de año.
El consejero subrayó el “trabajo complejo” que conlleva esa reparación, ya que “son infraestructuras enormes, que están a una gran profundidad”, lo que permitirá que la estación de bombeo pueda desaguar el agua excedente al emisario submarino, fundamentalmente las lluvias que proceden de la zona norte y desembocan en el paseo marítimo y el puente de la Policía Local.
Por su parte, la Ciudad Autónoma está trabajando en la zona de la Plaza de España porque considera que puede aprovechar mejor las infraestructuras hídricas que hay en esta zona, cuya capacidad es superior a la que ha estado trabajando hasta ahora.
