Alejandro Alcoba, técnico del conjunto melillense, compareció en la sala de prensa del Palacio de los Deportes de Huesca con la satisfacción del deber cumplido, tras la victoria de su equipo en la pista del Magia Huesca, una cancha talismán para el decano, pues cabe recordar que el Melilla Baloncesto logró en esta pista el derecho al ascenso a la Liga Endesa. Un triunfo que se cimentó en el buen trabajo de todo el equipo en el tercer cuarto, cuando el partido se puso cuesta arriba y supo reaccionar ante las adversidades. El entrenador del decano explicó que su equipo había comenzado el choque con las cosas muy claras y “siendo más agresivos que en los últimos partidos que habíamos disputado”. Además, a esto hay que sumar que ”hemos mejorado mucho y corrimos mejor el contraataque”.
Alcoba, que siguió analizando el partido, señaló que, en el primer cuarto y buena parte del segundo, el equipo “fue muy vertical, a través de correr y del bloqueo directo, que nos permitió abrir una brecha en el marcador”.
Por otra parte, reconoció que en los minutos finales, antes de llegar al descanso, el Magia Huesca “recuperó varios balones que nos causaron muchas dudas, y de ir 11 puntos arriba sólo nos fuimos al descanso con dos de diferencia”.
En el tercer acto, el técnico del equipo melillense reconoció que, aunque volvieron a retomar el ritmo del partido, “los porcentajes en los tiros de tres puntos fueron muy bajos y no nos permitieron abrir una mayor diferencia en el marcador”.
Respecto al último parcial comentó que habían empezado con el partido controlado, pero la reacción del conjunto oscense “le permitió ponerse por delante en el marcador, aunque a partir de entonces el equipo tuvo el carácter y la personalidad de afrontar una situación complicada, logrando sacarla adelante”.
Alcoba alabó la labor del base Pedro Rivero, el mejor jugador del equipo de la Ciudad Autónoma, ya que “nos dio la calma necesaria para llevar las situaciones a donde queríamos y controlar el partido hasta el final”.
