Una manifestación el domingo en el Paseo Marítimo de Nador en solidaridad con Alhucemas, tras la muerte el pasado 28 de octubre de un vendedor de pescado ambulante aplastado en un camión de basura cuando trataba de impedir que la policía destruyeran su pescado, acabó con un individuo que agredió a los manifestantes con un cuchillo de grandes dimensiones. El agresor hirió a varios de los asistentes a la protesta que hasta ese momento se realizaba de forma pacífica, tal y como recogen los medios de Nador, en el momento de la agresión con arma blanca producido durante la manifestación que estaba secundaba por miles de personas. La espectacularidad de las secuencias que pueden ver en la página de Facebook de MELILLA HOY, en las que se aprecia como el hombre armado con el machete, tras comenzar una discusión, sacó el cuchillo que escondía en la espalda, detrás de la ropa. De forma repentina, tras intercambiar unas palabras con un manifestante, sacó el arma blanca y empezó a agredir indiscriminadamente. Este hombre de apariencia joven, cuya imagen captan perfectamente los medios nadorenses durante su huida, no iba solo porque junto a él había otros -al menos un par de ellos más- que sacaron palos y la emprendieron a golpes con los asistentes. “Eran matones a sueldo” Algunos portavoces de los manifestantes, en los testimonios que realizaron tras el violento suceso que acabó con varios de ellos heridos con diversos cortes de consideración que requirieron asistencia sanitaria en el Hospital Hassaní de Nador, aseguraron que se trataban de «matones a sueldo» que llegaron para «reventar» lo que hasta ese momento era una protesta pacífica «para reivindicar nuestros derechos como seres humanos». Hubo algún portavoz incluso que acuso al «majzen» de haber enviado a estos hombres armados, uno con un cuchillo y otros con palos, para desacreditar una manifestación cuyo único objetivo era mostrar su solidaridad con los habitantes de Alhucemas y en especial con Mouhcine Fikri, un hombre que falleció el pasado 28 de octubre aplastado en el interior de un camión de basura en el que intentaba recuperar el pescado que la Policía le había confiscado.
