La asociación Guelaya-Ecologistas en Acción ha solicitado de nuevo a la Consejería de Medio Ambiente un mayor control de la expansión de las gaviotas patiamarillas presentes en el casco urbano y cada vez más en barrios como el Real. Esto puede dar lugar, advierte la entidad, a que al estar ya más presentes en los acuartelamientos del barrio del Real, muy próximos al aeropuerto, puede llegar a suponer una "amenaza" si la especie "empieza a interferir en los despegues y aterrizajes de los aviones". La asociación Guelaya-Ecologistas en Acción ha solicitado de nuevo a la Consejería de Medio Ambiente un mayor control de la expansión de las gaviotas patiamarillas presentes en el casco urbano y cada vez más en barrios como el Real.
Esto puede dar lugar, advierte la entidad, a que al estar ya más presentes en los acuartelamientos del barrio del Real, muy próximos al aeropuerto, puede llegar a suponer una "amenaza" si la especie "empieza a interferir en los despegues y aterrizajes de los aviones".
Según relata la entidad ecologista en un comunicado la principal causa de esta expansión es que "se alimenta de los desechos humanos, y eso hay de sobra en nuestra ciudad; además, sus enemigos naturales (zorros, halcones…), aparte de ser hoy en día muy escasos, sólo pueden actuar en el entorno original de estas aves, los acantilados de Melilla". Además, esto supone que cuando se expanden por los tejados de la ciudad "se libran también de la presión de los pocos depredadores que tienen estas aves".
La asociación afirma que el control de la expansión de la gaviota patiamarilla ya se ha realizado en otras ciudades con el parafinado de huevos, por ejemplo, como se hace en Chafarinas con el fin de evitar los múltiples incidentes que provoca sobre todo en primavera, cuando los pollos están crecidos y los padres se muestran especialmente agresivos para protegerlos, relata Guelaya.
La asociación, que pone a disposición de la administración local su colaboración desinteresada para dicho control, señala que "hace unos días le tocó a un precioso gavilán (Accipiter nisus), que se dejaba ver por los tejados del Mercado Central". Guelaya explica que los obreros que trabajaban sobre el tejado de este mercado la semana pasada observaron cómo las patiamarillas acabaron con la vida del gavilán "con bastante facilidad, ya que esta rapaz de tamaño medio no suponía ninguna amenaza seria para ellas".
Además, hace unas semanas los alumnos del IES Juan Fernández también fueron testigos de la muerte de un cárabo (Strix aluco), una rapaz nocturna muy escasa en Melilla, a manos de las patiamarillas que se arremolinan sobre ese instituto esperando los desechos que dejan los alumnos en el recreo.
