Miguel Pajares es el presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, CEAR en Cataluña. Por esta entidad han pasado no pocos inmigrantes que han llegado hasta allí a través de Melilla, fundamentalmente sirios y todos con un relato común: para pasar la frontera tuvieron que comprar pasaportes marroquíes. “No es que se les haya facilitado o permitido la entrada. De hecho, a los refugiados en ningún sitio se les está facilitando esa llegada cuando los Gobiernos deberían estar haciéndolo mediante vías seguras para que estas personas no tengan que pagar a mafias ni cruzar el mar”, señaló Pajares.
A su juicio, Melilla adolece de esos mismos problemas aunque sea “un punto de entrada importante”. Por ello, se mostró comprensivo con la población de Melilla y quienes defienden los Derechos Humanos en esta ciudad cuando “se quejan de que la gente tenga que saltar vallas cuando la mayoría son personas que proceden de países en conflicto y deberían tener las puertas abiertas para pedir asilo”.
