A las doce de la noche del 5 de enero de 1992 echaba el cierre para siempre la Casa de Socorro, el principal servicio de urgencias al que acudían los melillenses pero que con la apertura del Hospital Comarcal, había visto mermada su carga asistencial. Su plantilla se trasladaba al centro de Salud de Polavieja con la perspectiva de encargarse, en un futuro incierto, del centro de salud de la zona centro que se anunciaba se iba a levantar en el solar de Cruz Roja. Una noche de Reyes, la de aquel 5 de enero de 1992 no trajo precisamente alegría para la plantilla que hasta ese momento se venía ocupando del servicio de urgencias de la Casa de Socorro, el puesto de socorro que había abierto sus puertas a comienzos de aquel siglo. El edificio pasó de ser la primera línea de la sanidad melillense, para convertirse con el devenir de los tiempos y la mejora de las infraestructuras sanitarias de la ciudad, en un servicio condenado a desaparecer. Y así fue, a las doce de la noche de un domingo 5 de enero de 1992, echaba el cierre la Casa de Socorro.
Temores
Su plantilla vivió aquel momento con no pocas dudas. La decisión de las autoridades sanitarias de la ciudad fue la de destinar a los trabajadores, a los seis médicos y seis ats del servicio, al centro de salud de Polavieja para reforzar al equipo de atención primaria, pero con la promesa de que entrarían a encargarse del futuro centro de salud de la zona centro que se tenía previsto construir en el solar que dejaría el antiguo hospital de Cruz Roja. Pero esa obra no se llevó a cabo, sino que hubo que esperar casi dos décadas para que el centro de salud de la zona centro se levantara, pero en la explanada de San Lorenzo.
Otro de los temores expresados en el momento del cierre del puesto de socorro, se centraba en que llegara a colapsarse el servicio de urgencias del Hospital Comarcal, recién inaugurado y que no pudiera atender la carga asistencial que recibiría con el cierre de este recurso sanitario.
25 años después, el edificio de la antigua Casa de Socorro se mantiene en pie como oficina dedicada a venta de edificios, pero a lo largo de estos años llegó a acoger a la Consejería de Bienestar Social y también a la asamblea provincial de Cruz Roa.
