Cuando este escrito vea la luz, estaremos en el 2017. Lo primero. Evidentemente, es desearles lo mejor, para un año posiblemente lleno de incertidumbres, tanto por el contexto general, como por el de nuestro país, y cuando digo país me refiero a toda la llamada “piel de toro” (aunque se jodan los de ideas trasnochadas secesionistas), nuestras islas, peñones y ciudades norteafricanas (creo que no me he olvidado nada de lo que es y debe seguir siendo España).
En cualquier caso, es necesario y primordial incidir en valores, como la honestidad, el coraje, el trabajo y la solidaridad abogando además por la esperanza. Una esperanza basada en el diálogo, el trabajo, la transparencia, las reivindicaciones por lo que deben ser unas mejores y más justas financiaciones autonómicas, la lucha por una mayor igualdad de derechos y solidaridad sobre todo con los más necesitados.
Además del gobierno central y los diferentes gobiernos autonómicos, los ciudadanos tenemos mucho que decir, mucho que reivindicar y mucho que aportar para recordarles siempre a estos, que están ahí porque así lo hemos decidido democráticamente, que ellos solo no son España, que si España mejora o empeora las consecuencias son directas para todos los ciudadanos. En cualquier caso, sería bueno recordar, aquello que decía Miguel Hernández, de que <
Seamos pues valientes y abordemos con decisión los problemas de la gente e intentar coser esta sociedad excesivamente fracturada por las desigualdades. Lo he dicho muchas veces, los recortes efectuados por el gobierno del PP durante tanto tiempo y en la mayoría de los casos contra los más desfavorecidos como pensionistas (otro año más a perder poder adquisitivo y van…), trabajadores base y desempleados. Todo esto tienen unas consecuencias muy negativas, como sabemos en estos dos últimos meses del año se ha disparado la inflación con el permiso del gobierno y comienza un 2017 muy negro en ese sentido con unas subidas que no se deberían permitir (luz, gas, combustible, etc, etc.). Especialmente, el colectivo de pensionistas (curiosamente uno de los que según estadísticas votan más al PP, ¿Por qué? ¿Acaso se lo merecen?), si sube el IPC un 1,5% ¿Es justa esa subida a pensionistas de sólo un 0,25%? NO, rotundamente NO señor Rajoy, ¿Cómo lo justifica cuando se le llena la boca hablando de recuperación? Es una pérdida para un colectivo ya machacado de por sí, con unas pensiones bajas en general y más en una situación como la actual, en la que muchos tienen que ayudar a sus hijos inmersos en el paro, otros con salarios insuficientes, jóvenes que han tenido que volver a sus domicilios o que han tenido que emigrar a otros países en busca de un futuro que por desgracia en España no encontraban, ni encuentran. Ese es el verdadero motivo y no el que señalan estúpidamente desde el gobierno.
Por desgracia, mientras todo esto ocurre y a pesar de que con buenas palabras de “arrepentimiento” nos quieren tomar por tontos y confundirnos, seguimos conociendo casos de corrupción de altos cargos.
Amigos lectores, amigos ciudadanos de esta nuestra España exijamos que nuestro dinero, porque es nuestro sin duda alguna, sea empleado ejemplarmente en toda mejora de derechos sociales y laborales en general. Con nuestro dinero no quiero que subvencionen asociaciones nada democráticas o más bien dictatoriales como por ejemplo la “Francisco Franco” o similares, ¿Pero cómo se puede aguantar esto?, eso es un derroche presupuestario que es mucho más necesario para que ningún anciano/a fallezca de frío en su domicilio por no poder pagar la luz, esa luz que sigue subiendo sin parar. ¡Ah! Yo como melillense no quiero que a mi ciudad la llamen la adelantada por un hecho tan cruel y asesino como un golpe de estado, por más historia que signifiquen aquellos fusilamientos de los mandos civiles y militares de nuestra Melilla en aquel triste y penoso 17 de julio de 1936. Quien justifique eso nada democrático es así de claro, no confundamos. Una gota de valentía, honradez y honestidad, por favor ¿Es mucho pedir?
